Crece la protesta de presos palestinos

La huelga de hambre iniciada el pasado 15 de agosto por 1.500 prisioneros palestinos para lograr mejoras en las condiciones de detención cuenta ya con 3.200 huelguistas, según fuentes palestinas, y la secundan en 10 prisiones. La asociación de prisioneros palestinos señaló que "los reos están en peligro real", e hicieron un llamamiento a Yasir Arafat para que abogara por la causa de los huelguistas, "símbolos de la resistencia a la ocupación" para sus conciudadanos.

Pero la portavoz israelí de Prisiones negó la "peligrosidad", porque los "doctores llevan a cabo exámenes regulares a los prisioneros que participan del ayuno". Los presos piden mejoras sanitarias, que se acaben los humillantes cacheos cuando están desnudos, que retiren la mampara de cristal que impide el contacto en las visitas, o que haya teléfonos públicos y móviles. Éstos fueron suprimidos por el nuevo jefe de prisiones cuando llegó al cargo hace un año, con el argumento de que los empleaban para dar órdenes a activistas y suicidas en el exterior.

El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, informó de su deseo de llevar la huelga de los presos al Consejo de Seguridad de la ONU porque considera que su vida "es responsabilidad de Israel, que deberá afrontar cualquier riesgo".