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Schröder respalda la retirada de Alemania de 30.000 soldados estadounidenses

Las previsiones más alarmistas calculan que pueden perderse 70.000 empleos alemanes

El canciller alemán, Gerhard Schröder, dio por bueno ayer el repliegue de cerca de 30.000 soldados estadounidenses de Alemania, anunciado el lunes por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush. "Esto ha sido consultado con nosotros", precisó. Schröder dejó pocas dudas de que comparte el sentido estratégico del plan y no quiso comentar las críticas en contra del repliegue de los demócratas estadounidenses. La retirada puede suponer la pérdida de 70.000 empleos, según los cálculos más alarmistas. La base aérea de Ramstein seguirá funcionando.

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En su intervención del lunes, Bush no dio mayores detalles de cuáles serán exactamente las unidades de los 70.000 soldados que se replegarán en todo el mundo durante los próximos 10 años, no sólo de Alemania, sino también de otros países, como Corea del Sur. Todo indica, sin embargo, que EE UU retirará de Alemania dos divisiones, una de infantería y otra de tanques, con un total de 30.000 soldados.

En una rueda de prensa en la que además defendió una vez más los recortes al Estado de bienestar, Schröder expresó su plena comprensión por el traslado de unos destacamentos cuya presencia en Alemania "obedecía a la guerra fría" y a los que Washington ahora tiene que dar "mayor movilidad". La víspera, ya su ministro de Defensa, Peter Struck, había subrayado que EE UU "no tiene alternativa" para reordenar estratégicamente sus efectivos. Aunque a escala mucho menor, en este mismo proceso está sumido también el Ejército alemán, que igualmente tiene previsto cerrar hasta 110 cuarteles y bases militares.

Tanto Schröder como Struck han subrayado, además, que la decisión estadounidense no tiene ninguna relación con la oposición alemana a la guerra de Irak. "La discusión sobre el repliegue es anterior al debate sobre Irak", sostuvo Schröder. Entre las críticas elevadas en contra de los planes de Bush por los demócratas estadounidenses figura el argumento de que esta retirada debilitará la alianza con Europa. Al menos en el caso alemán, sin embargo, se trata de un proceso que viene de tiempo atrás.

Hasta inicios de los años noventa, EE UU, Francia y el Reino Unido, del lado occidental, y la antigua URSS, del lado oriental, mantuvieron cientos de miles de soldados en los dos Estados alemanes. De haberse convertido en un conflicto caliente la guerra fría, Alemania hubiese sido uno de sus principales campos de batalla. Tras la caída del muro de Berlín, en 1989, y los tratados internacionales sobre la reunificación del país, los primeros en retirarse fueron los rusos, los franceses y los ingleses. Los estadounidenses se quedaron, pero ya desde entonces redujeron drásticamente su presencia, siempre en el suroeste del país, desde, aproximadamente, 250.000 a 70.000 soldados.

Los cálculos sobre el impacto del nuevo repliegue se basan en que junto a los soldados también abandonarán el país sus familiares, unas 50.000 personas, al igual que miles de empleados civiles de Estados Unidos.

En localidades como Baumholder, en Renania-Palatinado, más de la mitad de los 25.000 habitantes son estadounidenses. Aun así, Schröder rechazó ayer los llamamientos a que el Gobierno federal socorra a los municipios afectados. A su juicio, son los länder (Estados federados) los que tienen que facilitar las ayudas.

Schröder, durante una conferencia de prensa celebrada ayer en Berlín.
Schröder, durante una conferencia de prensa celebrada ayer en Berlín.REUTERS

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