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La ONU reclama medidas urgentes para frenar las epidemias en los campos de Darfur

El Gobierno sudanés y los rebeldes acuerdan negociar a partir del día 23 en Nigeria

Yolanda Monge

Naciones Unidas exige "una acción inmediata". Un día después de que se confirmara un brote de hepatitis E en uno de los campos de desplazados en la región sudanesa de Darfur, el Fondo para la Población de la ONU (FNUAP) no ha querido perder un minuto y reclama medidas urgentes para prevenir una epidemia. Ya son 22 los muertos. Pero esta cifra podría tener una progresión exponencial si no se ataja de inmediato. Naciones Unidas advierte que las mujeres embarazadas serán las más vulnerables ante la epidemia.

Pésimas condiciones sanitarias y aguas fecales en los campos de desplazados han sido el caldo de cultivo de un virus que ya han contraído 625 personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). "La enfermedad puede llegar a ser fatal para el 20% de las mujeres embarazadas, y es especialmente peligrosa en aquellas que se encuentran en su tercer trimestre de gestación", aseguró la doctora Henia Dakkak, del FNUAP, recién llegada a Jartum desde Darfur tras un viaje para valorar las condiciones sanitarias de la región. Dakkak describió la situación como "alarmante" y advirtió de que la expansión de la enfermedad puede ser "muy rápida".

Más de un millón de africanos negros han sido expulsados de sus hogares por la violencia sistemática de las milicias árabes progubernamentales que practican una política de tierra quemada en la región. Jartum niega cualquier implicación en las atrocidades cometidas, mientras que las organizaciones de derechos humanos siguen presentando pruebas irrefutables de lo contrario. Esta guerra inexistente ante los ojos del mundo hasta hace pocos meses se ha cobrado ya la vida de 50.000 personas, ha puesto en fuga a 120.000 hacia el vecino Chad y más de un millón de gente se hacina o vaga en busca de un lugar seguro en el interior de Darfur, una región tan grande como España.

Milagrosamente, las lluvias se retrasan. Y con ellas muchas enfermedades, como la malaria, que todavía no ha hecho acto de presencia en grandes números. La vida de cientos de miles de personas pende del hilo de la ayuda externa. Y ésta se acaba. Hasta la fecha, la ONU ha recibido sólo la mitad de los fondos que solicitó en diciembre de forma urgente. Según el director ejecutivo del FNUAP, Thoraya Ahmed Obaid, "la comida sigue siendo una prioridad, pero este brote subraya la urgencia de la necesidad de ayuda internacional en todos los sectores: alimentación, agua, condiciones higiénicas y cuidados médicos".

En un gesto de distensión, los dos grupos rebeldes de Darfur que se enfrentan a Jartum garantizaron ayer al Programa Mundial de Alimentos (PAM) el acceso a las zonas que controlan para evaluar las necesidades de la población. En la actualidad, el PAM tiene acceso a 119 de las 153 localidades donde están concentrados los desplazados.

El tiempo en Darfur se acaba para miles de hombres, mujeres y niños. Pero las negociaciones no saben de prisas. El próximo día 23, el Gobierno sudanés y los dos grupos levantados en armas contra Jartum deberían verse las caras en Abuja, la capital de Nigeria, y poner punto y final a un conflicto que la comunidad internacional tiene en su punto de mira. Ayer, portavoces del Movimiento por la Igualdad y la Justicia y el Ejército de Liberación de Sudán confirmaron su presencia en las conversaciones.

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Mujeres desplazadas de la región sudanesa de Darfur (oeste), en un campo de refugiados en Kalma.
Mujeres desplazadas de la región sudanesa de Darfur (oeste), en un campo de refugiados en Kalma.EFE

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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