Barroso designa una nueva Comisión para intentar acercar Europa a los ciudadanos

José Manuel Durão Barroso, presidente electo de la Comisión Europea, presentó ayer el equipo que se hará cargo de la UE a partir del próximo 1 de noviembre. Ha formado un conjunto que definió como "equilibrado" y "el que parece mejor preparado" de los que han inaugurado una comisión. "Nuestras prioridades son claras: dinamizar la economía europea y el crecimiento, mejorar la comunicación y dar a Europa el lugar que le corresponde en la escena internacional", dijo. El español Joaquín Almunia seguirá al frente de Asuntos Económicos y Monetarios.

Barroso compareció ayer por sorpresa, siete días antes de la fecha más temprana que su entorno había apuntado, para presentar al futuro Ejecutivo comunitario, que, insistió, trabajará en equipo y con el objetivo de proporcionar resultados. El patente interés de Barroso por insuflar nuevo aliento a la decaída idea de Europa quedó de manifiesto en la creación de una nueva responsabilidad, la de Estrategia de la Comunicación, de la que se hará cargo con categoría de vicepresidenta la sueca Margot Wallström. "Mi intención es poner a la comisión al frente de una Europa que beneficie a los ciudadanos", dijo. "La gente tiene necesidad de saber qué hace la UE y por qué".

El sucesor de Prodi reiteró esta idea de llegar al corazón de los europeos, cuya flagrante apatía calificó de preocupante. Hizo guiños Barroso sobre lo que preocupa a los europeos, tanto ante el problema del desempleo -"sólo creando nuevos empleos podemos mejorar el triunfo del modelo social europeo", señaló-, como ante el desafío de la emigración o la seguridad, que serán abordadas a partir de ahora por una comisaría de nueva denominación: Justicia, Libertad y Seguridad. La idea de Europa está asociada a la prosperidad, la solidaridad y la seguridad, dijo.

La composición de la comisión da fundamento a la idea de que Barroso será un presidente ejecutivo, independiente y pragmático. Reconoció haber hablado personalmente o por teléfono durante el proceso de formación de su equipo con jefes de Gobierno de la UE. "Todos están de acuerdo en que necesitamos una comisión independiente y fuerte y que el presidente no sea débil", subrayó Barroso, antes de señalar: "Por eso no me presionaron". La comisión es suya y él asume toda la responsabilidad de los resultados. "Lo que más me ha llevado ha sido el rediseño para mejorar la eficacia".

Así, a Barroso le extrañó que en Europa hubiera una comisaría dedicada a la Agricultura y no la hubiera para Industria. La ha creado, y a su frente ha puesto al alemán Günter Verheuguen, actual comisario de Ampliación, que a partir de noviembre será vicepresidente responsable de Empresa e Industria. No es tanto como había pedido Alemania, que, con el apoyo de Francia y Reino Unido, quería para su representante una vicepresidencia coordinadora de todo el sector económico, una especie de supercomisario.

"No habrá comisarios de primera y de segunda. No quiero crear grupos que decidan por toda la comisión", explicó ayer Barroso. Como alternativa, hará "mayor uso de grupos informales de comisarios para mejorar la coordinación y la efectividad cuando sea apropiado y añada valor".

Verheuguen tendrá la responsabilidad de coordinar los consejos de ministros llamados de Competitividad, un cajón de sastre de materias relacionadas con el desarrollo económico, la productividad y la investigación de Europa. A ese grupo encargado de la Competitividad se añadirá el comisario de Comercio, Peter Madelson.