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La esposa del empresario de Getxo dice que sus secuestradores se hicieron pasar por guardias

La Guardia Civil impide a la Ertzaintza asistir a la declaración de Olga Novo

El episodio vivido por la esposa del empresario de Getxo se complica. Tras ser hallada ayer esposada al volante de una furgoneta abandonada en Oña (Burgos), con las manos amoratadas y presa de los nervios, Olga Novo declaró ante la Guardia Civil que fue abordada por dos personas el miércoles que se hicieron pasar por guardias civiles. La confusión sobre este suceso es tal que la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, lo calificó de "supuesto secuestro". La Ertzaintza, policía que investiga el caso por orden judicial, denunció ayer las "obstrucciones" a las que se vieron sometidos sus agentes: no pudieron asistir a la declaración de Novo y sólo la obtuvieron tras pedir una orden judicial.

Minutos antes de las 14.30, Olga Novo Villar abandonó el cuartel de la Guardia Civil de Oña tras prestar declaración durante toda la mañana ante los miembros del instituto armado sobre su desaparición, el pasado miércoles. La esposa del empresario Pejerto Blanco relató los pormenores de su desaparición ayer en su primera declaración ante un cuerpo policial. Novo reveló a los miembros del instituto armado que dos hombres le abordaron mientras paseaba por la localidad vizcaína de Getxo y le obligaron a introducirse en un coche de color beige.

Según su declaración policial, ambas personas le mostraron un carné del instituto armado y le indicaron que tenía que acompañarles porque constaba como denunciada. Olga Novo subió con ellos a un coche en el que había otras dos personas.

El coche tomó entonces la dirección de Burgos y los supuestos guardias civiles trasladaron a la esposa del empresario vasco a las afueras de la localidad burgalesa de Oña, donde estuvieron dando vueltas hasta que aparecieron dos individuos más, sobre las 21 horas, que dijeron que iban a pasar la noche en una casa y que la iban a traslada a Bilbao. La mujer dijo que las personas que la acompañaban tuvieron el rostro sin cubrir.

Según su declaración, siguieron deambulando por la zona hasta las 23.00 horas del miércoles y posteriormente fue abandonada en la furgoneta, donde finalmente fue encontrada ayer.

Sobre las ocho de la mañana, un vecino de Oña encontró a la mujer esposada al volante de una furgoneta, tras lo que alertó del suceso a la Guardia Civil, concretó ayer la subdelegada. Novo pasó toda la noche con las manos esposadas al volante de la furgoneta, pese a que sus supuestos secuestradores le indicaron que iban a volver para soltarla. Previamente, según explicó la mujer, le dieron "muchas vueltas por los montes" cercanos a Oña. Las primeras personas que hallaron a la esposa del empresario vasco no pudieron librarle de las esposas y fue finalmente la Guardia Civil la que, con unas llaves, las abrió. Habían dejado completamente moradas las manos de Olga.

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"Muy nerviosa"

"Estaba muy nerviosa y tenía las manos moradas", indicó ayer una de las primeras personas que acudió a las llamadas de auxilio de la esposa de Pejerto Blanco. Tras librarle de las esposas, y con los nervios a flor de piel, fue trasladada primero a un centro médico y posteriormente al cuartel de Oña para tomarle declaración. Allí también acudió Pejerto Blanco. Ambos abandonaron Oña en coches diferentes.

La subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, trasladó ayer un manto de duda con sus declaraciones al referirse al ya extraño suceso como un "supuesto secuestro". "Forma parte de la investigación clarificar si ha sido un secuestro o no. Y hasta que se aclare toda la investigación, la Guardia Civil habla de supuestos secuestro", dijo. Sí dejó claro que los secuestradores hablaron en todo momento en castellano y que dos de ellos tenían "acento vasco".

Pese a que Tricio habló de "colaboración" en la investigación con la Ertzaintza, la policía vasca denunció en un duro comunicado por la tarde las "obstrucciones" que habían sufrido "durante todo el día" los agentes de la comisaría de Getxo encargados de las pesquisas, que se desplazaron a Oña. Interior vasco recordó que el juez de Getxo encargado del caso había ordenado a la Ertzaintza actuar como policía judicial para esclarecer la desaparición de Olga Novo. "Se les ha vetado su presencia en diligencias fundamentales para el esclarecimiento de los hechos", añadió Interior, al tiempo que denunciaba que había sido necesario pedir al instructor una orden judicial para obtener la declaración. Y denunciaron que "algunos datos sensibles" habían sido filtrados en Burgos.

Un agente de la policía autonómica vasca acompaña a la mujer secuestrada tras declarar ante la Guardia Civil.
Un agente de la policía autonómica vasca acompaña a la mujer secuestrada tras declarar ante la Guardia Civil.L. RICO

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