El 54% de los empleos de verano proceden del sector servicios
Bares y restaurantes ofertan una de cada cinco colocaciones estivales
El sector servicios encabeza la oferta de empleo del verano vasco. Más de la mitad de los puestos de trabajo que se crean en los meses estivales, concretamente el 54%, son de servicios. Y dentro de esta actividad, es la hostelería la que acapara la oferta de empleo en esta época. Uno de cada cinco empleos de verano los ofrecen bares y restaurantes. Para cubrir la punta de trabajo de estos meses o para sustituir a los trabajadores de plantilla de vacaciones, las empresas demandan mayoritariamente jóvenes menores de 25 años tanto con experiencia como sin ella, según un estudio de la Empresa de Trabajo Temporal (ETT) Alta Gestión, seguido de personas en el tramo de edad de 26 a 34 años.
Tras los servicios, la industria es el segundo sector que más recurre a ETT en verano. El 46% de estos puestos de trabajo estacionales los genera el sector industrial y el sector terciario se lleva el 54% restante de la tarta del empleo veraniego.
Dentro de los servicios, la hostelería es la que mayor aumento de la actividad registra en los meses de julio y agosto y, por tanto, la que mayor necesidad de colocaciones estacionales tiene. Por orden, bares y restaurantes demandan el 18% de los trabajos, seguidos por comercios, servicios financieros y servicios empresariales, que ofrecen, cada una, el 9% de los empleos. Completan el porcentaje del 54% el transporte (7%) y otros servicios (2%).El perfil del trabajador que aprovecha el verano para conseguir un dinero extra es mayoritariamente menor de 25 años y, en muchos casos, estudiantes. El 39% de las empresas demanda trabajadores que no superen el cuarto de siglo y otro 37% de empleadores prefiere trabajadores de 26 a 34 años.
A partir de los 35 la población que busque un empleo estival lo tiene más difícil. Y a medida que la edad aumenta, las posibilidades disminuyen drásticamente. Sólo el 17% de las empresas contrata a trabajadores de 35 a 45 años. Más allá de esta edad, sólo 7 de cada 100 empleadores están dispuestos a contratar a mayores de 45 años.
Pero no sólo en verano la edad está reñida con el trabajo. Basta con echar una ojeada a los datos de la contratación registrada por Alta Gestión en el primer semestre del año. El 51% de los contratados entre enero y junio de este año era menor de 25 años y otro 38% no superaba los 34 años de edad.
Elena Prieto, de 27 años, lleva desde el 1 de junio trabajando como dependienta en una tienda de revelado de fotografías del Casco Viejo bilbaíno. "Siempre contratamos personas eventuales tanto para cubrir vacaciones como para cubrir la punta de trabajo que en nuestras tiendas es de mayo a octubre", señala Javier Carrasco, gerente de la tienda de fotografía donde trabaja Prieto.
Elena es una de las cinco dependientas contratadas por el grupo hasta el 30 de septiembre. "Llevo trabajando en verano desde los 17 años; empecé cuando estaba estudiando para sacarme unas pelillas", cuenta esta dependienta que conoce de primera mano la precariedad laboral. "Terminé diseño gráfico por ordenador y sigo mandando mi currículo a las empresas pero todas me piden experiencia y ninguna me contrata", asegura.
En el último decenio, Prieto ha hecho de todo. Saltando de empleo en empleo, ha trabajado como operaria en una fábrica de piezas de automóvil, ha recogido bandejas en un centro comercial, ha sido cartera, y camarera y dependienta en diferentes establecimientos.
"Los contratos que te hacen son de dos, tres o, como mucho, cuatro meses. Es lo que hay y si no sale un trabajo como Dios manda, te agarras a lo que sea. Cuando se me terminan los contratos, voy al paro hasta que encuentro un nuevo trabajo", señala Elena. "Las empresas prefieren contratar durante dos meses y luego sacar a otra chica del paro y así consiguen más subvenciones", destaca.
En su opinión, "el tema del trabajo está de vergüenza". "En mi cuadrilla somos ocho chicas y todas andamos igual, con contratos de dos meses. A mí me han llegado a hacer contratos hasta de un día en Correos y a mi novio, una vez, de una hora. Pero los chicos, en general, lo tienen mejor, a ellos les suelen hacer contratos más largos", añade Elena, que en los últimos meses ha pasado por tres empleos diferentes.
Los bares y restaurantes de las capitales vascas triplican su trabajo durante las fiestas. A punto de agotarse la Semana Grande de San Sebastián, este sábado comienza la Aste Nagusia bilbaína. Ese mismo día, seis camareros comenzarán a trabajar en un céntrico restaurante de Bilbao. Sólo durante las fiestas, el propietario ha contratado a seis personas de entre 18 y 28 años para atender al aluvión de clientes que se espera en los días en que reina Mari Jaia.
"De bar en bar"
Hay personas que también aprovechan el verano para trabajar, pero sin recurrir a una ETT. Es el caso de Rafael Suttil, vecino de Bilbao de 29 años. "Soy videoartista pero, de momento, no puedo vivir sólo de esto así que compagino los trabajos audiovisuales y de fotografía como free-lance con el trabajo en bares", cuenta Suttil.
Comenzó el verano trabajando en junio y julio como camarero de apoyo en la terraza de un bar de Barrika y desde hace unos días, es relaciones públicas de un pub de Laredo. "Para trabajar he tenido que buscarme la vida, de bar en bar por Laredo, preguntando si necesitaban personal. Mi destino no era Laredo sino donde me dieran trabajo. Si no lo hubiera conseguido aquí, hubiera seguido buscando hasta donde hubiera hecho falta", asegura Suttil.
Hasta principios de septiembre, será el relaciones públicas de un bar de copas de esta localidad cántabra. "Trabajo en verano por necesidad, tengo muchas facturas que pagar. Antes tenía un negocio propio pero sacarlo adelante es más complicado de lo que parece", concluye Suttil.
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