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El Inem sólo gestiona uno de cada ocho empleos en Euskadi

Las colocaciones que surgen a través de Langai son testimoniales

Pese a que todos los parados y los contratos de trabajo que se firman pasan por el Inem, este organismo sólo gestiona directamente una de cada ocho colocaciones en el País Vasco. En el primer semestre del año, el Instituto Nacional de Empleo contabilizó en Euskadi 367.266 contratos, pero únicamente intervino en 43.052 (11,7%), una cifra que le convierte en una agencia de colocación desocupada. Si en 2001, las oficinas de empleo de Euskadi gestionaron uno de cada siete contratos (el 15,6%), tres años después, este porcentaje ha bajado casi cuatro puntos, hasta el 11,7% de este año.

El Inem se ha ido convirtiendo en un mero registrador de los contratos laborales. Los datos por provincias confirman la escasa gestión del empleo de este organismo en lo que va de año. Mientras en Álava el Inem sólo gestionó el 10,32% de las colocaciones, en Vizcaya aumentó ligeramente, hasta el 11,31%, y Guipúzcoa resulta ser la provincia donde su gestión ha sido más eficaz. En este territorio, el Inem gestionó 14.600 colocaciones de las 110.882 registradas, es decir, el 13,6%.

Aún así, las cifras son pobres para un organismo por el que pasa toda la contratación, toda la población parada y toda la gestión de las prestaciones por desempleo. El artículo 16 del Estatuto de los Trabajadores establece la obligatoriedad de los empresarios de registrar en las oficinas de empleo las contrataciones efectuadas "en el plazo de los diez días siguientes a su concertación".

El Instituto Nacional de Empleo lleva así el registro de todos los contratos que se efectúan en España, pero cojea en otra de las funciones que tiene asignada: la intermediación entre los que buscan empleo y los que demandan trabajadores.

La diferencia entre las colocaciones gestionadas y las registradas en el Inem cada vez es mayor. Basta como ejemplo el caso de Álava. En el primer semestre, las oficinas de empleo en este territorio sólo gestionaron el 10,32% pero en junio pasado, todavía menos. Ese mes, el instituto se ocupó en esta provincia del 9,6% de los contratos firmados por trabajadores alaveses, 967 colocaciones de 10.070 producidas.

Las tablas de las colocaciones registradas en junio en Euskadi confirman la misma tendencia descendente en su función empleadora. Ese mes, se contabilizaron casi 73.000 colocaciones en las tres provincias vascas, todas registradas en las correspondientes oficinas de empleo. Sólo en 8.274 (el 11,3%) actuó el Inem como intermediario entre empleador y trabajador.

Pero la escasa eficacia del máximo organismo del empleo no sólo se circunscribe al País Vasco, sino a toda España. El primer semestre del año contabilizó casi ocho millones de colocaciones. De éstas, le fueron comunicadas el 85,11% e intervino directamente en el 14,89%.

Langai y las ETT

Aunque desde 1997 funciona el Servicio Vasco de Colocación, Langai, ahora en proceso de convertirse en Lanbide, su aportación al empleo sigue siendo testimonial. Los últimos datos de que dispone este organismo vasco llegan hasta noviembre de 2003. Entre enero y noviembre de 2003, Langai gestionó 25.406 puestos de trabajo

Destaca, en cambio, la función de las Empresas de Trabajo Temporal. Aunque la ley ha ido restringiendo sus competencias, las ETT no dejan de aumentar el número de colocaciones en las que intervienen. Según sus últimas cifras, entre enero y abril de este año, las seis grandes ETT, agrupadas en Agett-Vedior Laborman, Alta Gestión, Adecco, Flexiplan, People y Randstad, firmaron más de 26.000 contratos en Euskadi. La cifra supone un aumento de la contratación de un 15%, respecto al primer cuatrimestre de 2003.

Otra cosa es el tipo de empleo que crean. Según un estudio de CC OO, el 50% de los contratos que firman las ETT en España son de menos de cinco días, un tipo de trabajo que determina la edad de los que recurren a ellas para conseguir un trabajo. Los jóvenes menores de 24 años firmaron el año pasado el 42,6% de los contratos de las ETT.

Entre 1995 y 1998, las ETT intervinieron en casi la cuarta parte (19%) de los contratos en el País Vasco. En esos cuatro primeros años de funcionamiento, estas empresas vivieron su época dorada, que terminó en 1999. La ley 26/99 de 1 de julio de ese año obligó a equiparar los salarios de los trabajadores contratados a través de ETT con los convenios de las empresas donde trabajaran.

Pese a las restricciones que se les han ido imponiendo y cinco años después de esa ley, algunas cosas no han cambiado, como la concentración del negocio. Las seis ETT agrupadas en Agett controlan el 65% del negocio.

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