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Los datos de empleo en EE UU y el crudo hunden las bolsas y frenan la recuperación

El español Ibex 35 entra en pérdidas anuales mientras el petróleo Texas roza los 45 dólares

Nuevos datos económicos negativos se cebaron ayer con las bolsas mundiales, que ofrecen ya en su totalidad pérdidas a lo largo del año, tras haberse incorporado a esta lista el español Ibex 35 y la Bolsa de París. El petróleo volvió a marcar máximos históricos (41,39 dólares para el barril tipo brent y 44,50 para el Texas), mientras Estados Unidos anunciaba un decepcionante dato de creación de empleo que cayó como un mazazo: en julio se crearon 32.000 puestos de trabajo, frente a los 215.000 previstos. Las tensiones inflacionistas que provoca un petróleo caro llevarán, según los analistas, a una caída del consumo y a nuevas subidas de tipos de interés en Estados Unidos.

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Las bolsas recibieron ayer una sobredosis de malas noticias que han colocado sus índices cerca de los mínimos anuales marcados el pasado mayo. El índice Ibex 35 de la Bolsa española entró en pérdidas anuales del 0,73%, tras caer el 1,98% en la sesión de ayer. Los mayores retrocesos fueron para los mercados alemán, que cedió el 2,65%, y francés, que cayó el 2,60%, mientras las bolsas estadodunideneses perdían el 1% a mitad de la sesión en su índice Dow Jones, ya por debajo de los 10.000 puntos, en tanto que el Nasdaq se dejaba el 1,26%. El euro se benefició de esta situación y subió el 1,8% frente al dólar, hasta auparse a los 1,22 dólares.

Los datos económicos se debilitan en Estados Unidos, los tipos de interés suben y el precio del petróleo se está convirtiendo en un problema familiar para la economía. Ante este panorama, en Wall Street advierten de que se dan los elementos para una caída del consumo. La riqueza del país depende en sus dos terceras partes del gasto de los hogares, por lo que se teme una contracción en el crecimiento de dos décimas para 2004 y de medio punto en la economía mundial.

La sensación que tienen los inversores, según el economista jefe de Wells Fargo, Sung Won, es que "la economía se cae de la silla". Para cambiar esa percepción explica que lo mejor sería que el precio del petróleo empezara a caer significativamente de los 44 dólares actuales.

En la sesión de ayer el petróleo volvió a marcar máximos históricos. El crudo tipo brent se alzó hasta los 41,39 dólares, mientras que el barril de Texas estadounidense subió a 44,50 dólares. Los temores al desabastecimiento, con unos inventarios en mínimos y la crisis de la petrolera rusa Yukos, están detrás de las subidas del petróleo, aunque ayer se sumó también el incendio sufrido por una refinería de British Petroleum ubicada en Texas que, finalmente, reestablecerá su actividad sin problemas.

En Wall Street hay nerviosismo, señalan desde vFinance Investments, "incluso si los datos muestran que el crecimiento goza de buena salud". El problema está, según Susan Hering, de UBS, en que se teme que "el elevado precio del crudo acabe minando el gasto de los consumidores. Eso hace caer a los mercados".

El banco UBS calcula que, por cada 10 dólares de incremento en el precio del crudo, el gasto en los hogares estadounidenses se reduce un 0,4% (o 35.000 millones de dólares). El precio del barril ha subido más de cuatro dólares esta semana en el New York Mercantil Exchange (NYMEX) frente a la media de julio, lo que significa que el consumo podría reducirse un 0,15%. "Los inversores piensan que el petróleo influye más en el crecimiento que en la inflación", indica.

Los primeros cálculos sobre el impacto del alza del petróleo en el crecimiento hablan de que si se superan los 35 dólares de media anual, se comerá en torno a las dos décimas en EE UU, frente a una tasa de crecimiento en el segundo trimestre del 3% del PIB. "Las previsiones tendrán que revisarse", señalan.

Presión sobre los tipos

A esto se le suma el hecho de que el último repunte en el precio del petróleo puede dar el impulso definitivo a la Reserva Federal (Fed) -banco central- para que suba sus expectativas de inflación. "Es un efecto secundario a tener en cuenta en los próximos seis meses", señalan desde BNZ. La Fed se reúne el próximo martes para revisar su política monetaria y se da por descontado en Wall Street que subirá los tipos otro cuarto de punto, hasta el 1,50%.

El banco central dejó claro en sus últimas declaraciones que su idea era subir el precio del dinero con calma. A partir de los débiles datos económicos se confían en que se cierre el año en el 2% y que en septiembre no se toquen. Pero la Fed dejó la puerta abierta para ir más rápido si aumenta la presión inflacionista.El pasado jueves el Banco de Inglaterra volvió a subir tipos hasta situarlos en el 4,75%, mientras que el Banco Central Europeo los mantuvo en el 2%.

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