Zapatero pide reflexión a los partidos que dudan si apoyar la Constitución europea
Deben meditar y pensárselo. Con esta expresión, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, invitó ayer a los partidos que se plantean pedir la abstención o el voto negativo a la Constitución europea a que cambien su postura. La reflexión la efectuó en un encuentro informal con periodistas en el puerto de Mahón.
El líder socialista expresó el deseo del Gobierno de esforzarse en una fuerte campaña explicativa de la norma continental y de las ventajas del compromiso europeo, y emplazó al resto de fuerzas a implicarse en esta acción de convencimiento de la ciudadanía.
En el paréntesis de la vida oficial y del cuerpo a cuerpo partidista, el presidente aludió al papel de políticos, los partidos en el Gobierno y la oposición que antes era Gobierno. Quiso hablar de sí mismo y no mandar un mensaje a Mariano Rajoy, líder del PP, pero apuntó una censura a la reciente labor de los populares.
Recalcó que la gente sigue la vida política y sus diatribas desde un observatorio específico y a su velocidad -a cinco kilómetros por hora, mientras que los dirigentes van rápidos, vuelan en avión-, y que la sociedad procesa el rol y el tono de las afirmaciones y críticas que cada cual hace. Agregó, en alusión al PP, que a los cuatro días de abandonar el Gobierno, la reiteración de su mensajes adversos hacia el nuevo Ejecutivo no llega a los ciudadanos, que la rebotan porque mantienen su autonomía y criterio y tienen memoria de la reciente labor gubernamental de los autores de las descalificaciones.
El crédito de la ciudadanía
Ganar credibilidad social antes que dar satisfacción a los propios. Con este argumento siguió desbrozando su idea de la vida política. Explicó que antes que complacer, convencer y lograr el entusiasmo y aplauso de los suyos -el PSOE y los votantes- pretende ganar el crédito y la confianza global de la ciudadanía. El éxito no se logra en la sensación de oír sólo el eco de los adictos.
Las víctimas del terrorismo, añadió, no pueden ser usadas para la crítica política ni para cuestionar la tarea de la comisión del 11-M. De inmediato, Zapatero situó la cuestión en el respeto, recuerdo, homenaje y comprensión hacia los afectados. El presidente ha contactado con muchas de las familias de los desaparecidos y tiene previsto tratar con más. En el reciente homenaje a las víctimas, con el Rey, en El Pardo, fue la última de las autoridades que abandonó el palacio porque estuvo departiendo con los allegados, que no quiere sumir en el olvido.
El Gobierno, por otra parte, no pretende ahondar en la polémica recurrente de Gibraltar ni en los actos del 300 aniversario de la invasión del Peñón. Pero aprovecha para comentar que en la prensa de Londres ha leído críticas a la postura de Tony Blair.
El presidente reveló que ve poco la televisión. Prefiere la radio, le gusta mucho, desde la madrugada al anochecer, y lee, sin enfadarse, todos los diarios nacionales y los de León. Acepta que le critiquen.
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