Mañana agitada con los reguladores

El grupo Santander y el Abbey han puesto a todos sus equipos jurídicos a trabajar sin descanso este fin de semana. Además, hoy deben madrugar porque a las siete en punto de la mañana (ocho en España) el Abbey deberá presentar en la bolsa los acuerdos del consejo celebrado ayer.

En el otro lado, la historia es similar. A las ocho de la mañana, es decir, al mismo tiempo que en Londres, el grupo presidido por Emilio Botín debe entregar todos los detalles de la oferta a la CNMV que la analizará y la hará pública.

De esta forma, con el arranque de los mercados, los inversores españoles y las firmas de bolsa conocerán todos los datos y podrán valorar si el castigo que recibió el Santander el viernes es justo o no. Cabe recordar que las acciones del primer banco español perdieron un 4,08% de su valor en Madrid, si bien fue suspendida su cotización a las 16 horas por la CNMV cuando estaban en caída libre. En el año el valor arrastra un descenso del 15%, algo que resta atractivo al intercambio de acciones con el Abbey. Su cotización en Nueva York no fue interrumpida, probablemente porque el Santander ya había enviado dos comunicados oficiales explicando que mantenía "conversaciones" con Abbey. El resultado fue una caída del 7,47% de su valor en Wall Street.

En el mercado continuo el Santander negoció el viernes 110 millones de acciones, lo que representa el 2,3% de su capital social. Para hoy la única referencia firme que existe es la negociación fuera de mercado, a un precio medio de 8,12 euros, frente a los 8 euros del cierre del mercado oficial.