El Gobierno aprueba la construcción del nuevo hospital Doce de Octubre

El Consejo de Gobierno de la Comunidad aprobó ayer dar el pistoletazo de salida a la construcción de un nuevo hospital Doce de Octubre. El Ejecutivo autorizó el concurso para la adjudicación de las obras de construcción del edificio que albergará las instalaciones centrales del hospital (los servicios de suministro de agua, calefacción y electricidad). Más adelante se adjudicará el resto de edificios del nuevo complejo sanitario. La Consejería de Sanidad ha tomado esta decisión, como ya adelantó EL PÁÍS el pasado diciembre, porque es más barato construir un nuevo hospital que reformar todas las deficiencias que sufre el actual.

Las obras abiertas ayer a concurso constituyen la primera fase del proyecto: la construcción de un edificio de nueva planta en la que se ubicarán las instalaciones centralizadas del hospital y una red de galerías que comunicará en un futuro todas las dependencias del centro médico. El almacenamiento de agua sanitaria, el bombeo y distribución de agua, la calefacción y el aire acondicionado y los generadores eléctricos para el nuevo centro son las instalaciones previstas en esta primera edificación.

El nuevo hospital estará formado por varios edificios conectados entre sí, mucho más pequeños que el actual. Tendrá unas 800 camas -ahora tiene 1.300- y costará más de 240 millones.

El gigantesco edificio que hoy es el Doce de Octubre será demolido cuando su sustituto esté construido. Según los cálculos de la Consejería de Sanidad, esto no ocurrirá hasta 2014. El nuevo centro se ubicará en el lado oeste de la actual ciudad sanitaria. El vicepresidente primero del Gobierno, Ignacio González, explicó que "esta primera fase se completará con la habilitación del aparcamiento sur y la construcción de un edificio de consultas externas de 47.000 metros cuadrados".

Dicha fase estará terminada, según los planes de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, antes de que termine la legislatura en 2007. La segunda comenzará en 2008 y concluirá en 2011. En estos años se construiría el bloque de hospitalización (de aproximadamente 80.000 metros cuadrados), 1.000 plazas de aparcamiento en la zona norte y las secciones de radioterapia y oncología. Esta segunda fase tendrá un presupuesto de 80 millones de euros. La tercera se desarrollaría entre 2012 y 2014: se demolerá entonces el edificio principal del hospital actual y se terminará el nuevo.

El hospital Doce de Octubre está viejo y desfasado. Sus urgencias son pequeñas y el edificio principal, inaugurado en 1973, no ha soportado bien el paso de los años. Se ven grietas en las paredes, en los quirófanos... Los techos están que se caen y la distribución del espacio es poco acorde con las necesidades de un hospital moderno. En 2002, una trabajadora del Doce de Octubre fue atendida en las urgencias del propio hospital tras desprenderse y caerle encima parte del falso techo de escayola de uno de los vestuarios femeninos del centro materno-infantil.

Todos estos problemas llevaron a la presidenta Aguirre a lanzarse, en la campaña electoral de mayo de 2003, a buscar una solución radical para el centro sanitario: tirarlo abajo y construir uno nuevo en el mismo sitio.

Edificios interconectados

Aguirre avanzó en campaña que el nuevo centro tendría unas 800 camas, con una superficie total construida de 150.000 metros cuadrados y un coste superior a los 240 millones de euros. Ahora, el Doce de Octubre cuenta con cerca de 1.300 camas. La reducción, según fuentes de la Consejería de Sanidad, será compensada por otros centros que el PP se ha comprometido a levantar, "como el nuevo hospital de Parla".

La gerencia del Doce de Octubre diseñó un proyecto que incluye la construcción de varios edificios de tres a cinco alturas, interconectados entre sí, que se levantarán en los terrenos que rodean al actual edificio principal.

Cuando estos edificios estén preparados para recibir a los pacientes, Sanidad derribará el centro principal, una mole de 13 alturas con 30 años de vida. El edificio que hoy acoge la maternidad data de los años ochenta y, en principio, no sería derribado, ya que su estado es bueno.

En 1999, el Insalud realizó una auditoría en la que se recomendaba impulsar una mejora en la calidad de los servicios del Doce de Octubre. Con el nuevo hospital, Aguirre se ha comprometido a acabar con concentraciones de "seis u ocho camas" en una sola habitación, frenar la estancia en los pasillos de pacientes de tratamientos oncológicos, y permitir que el personal, los pacientes y los familiares cuenten con "las mayores comodidades" en el centro. El nuevo hospital se llamará igual que el actual.