Los escándalos de corrupción en Perú amenazan al presidente Toledo

El presidente de Perú, Alejandro Toledo, está buscando afanosamente una persona de credibilidad para que asuma la vacante del Ministerio de Justicia, que deberá garantizar las investigaciones sobre las graves denuncias de corrupción contra su Gobierno. La prensa ha destapado en las últimas semanas escándalos que van desde millonarios sobornos hasta una presunta fábrica de falsificación de firmas del partido del Gobierno, que parecen salpicar nada menos que al propio mandatario. Éstos son algunos de los casos denunciados:

- 'Caso Bavaria'. El decano de la prensa peruana, El Comercio, presentó numerosos indicios de un presunto soborno de dos millones de dólares que pagó la empresa colombiana Bavaria a César Almeyda, ex asesor y abogado de la pareja presidencial -actualmente preso por haber negociado beneficios penitenciarios con un personaje conocido como el cajero del ex jefe del servicio secreto en la época de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos- para facilitar la compra de las acciones de la cervecera Backus. Un testigo clave, vinculado al ex asesor Almeyda, aseguró que una parte de ese dinero fue a parar a manos del presidente.

- Falsificación de firmas. Otra de las denuncias que implican al mandatario y a su entorno familiar es la presunta existencia de una fábrica de falsificación masiva de firmas que data de 1998. Ésta habría servido para asegurar la inscripción del partido de Alejandro Toledo ante la instancia electoral. Dos testigos han relatado con lujo de detalles el funcionamiento y los actores involucrados en la falsificación de firmas. El caso se complicó cuando la primera testigo, misteriosamente, se fugó del país y dejó un vídeo en el que, visiblemente nerviosa, se retractaba. Actualmente, un juez ha ordenado el impedimento de salida a Margarita Toledo, hermana del presidente, acusada de dirigir la adulteración de firmas.

- Dudosa concesión. El programa periodístico de Canal 2 La ventana indiscreta reveló el domingo pasado que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones habría favorecido a una empresa vinculada a Pedro Toledo -otro de los hermanos del presidente- con una concesión por 20 años para prestar el servicio de telefonía fija en Lima y Callao. Dicho contrato se celebró, coincidentemente, después de que el Gobierno peruano decidiera no renovar el contrato a la empresa Telefónica. Pero eso no es todo, la compañía favorecida tenía un capital de tan sólo 1.500 dólares. El escándalo ha sido de tal magnitud que el ministro se ha visto obligado a suspender la concesión hasta que se aclare si el hermano de Toledo es el verdadero dueño de la empresa y si ésta cumplía o no con los requisitos de la ley.

- Las cuentas de Eliane. La situación de la esposa del presidente, Eliane Karp, también se complica cada día más por sus extraños vínculos comerciales con el hoy encarcelado ex asesor presidencial. Se ha descubierto que Karp cobró hasta en dos oportunidades los honorarios por la consultoría que realizó a un banco local, a través de una empresa con sede en el paraíso fiscal de Panamá, Blue Bay Insvestement, cuyo representante legal es nada menos que el controvertido Almeyda.

- Respuesta tardía. Frente a estas denuncias, la respuesta presidencial ha sido tardía y poco efectiva. La cantidad de escándalos en la que su Gobierno se ha visto involucrado y sus ínfimos niveles de aprobación (7%) requerían, más que de un tímido deslinde, de medidas concretas contra la corrupción. Varios ministros han expresado públicamente su incomodidad frente a la inestable situación. La encrucijada de Toledo, entonces, es cómo atraer a un personaje probo e independiente que esté dispuesto a asumir la cartera de Justicia -institución encargada de liderar la lucha contra la corrupción- y que le proporcione el aliento necesario para poder cumplir sus dos años de mandato restantes.