Tres subestaciones móviles reemplazan a la central siniestrada
Ayuntamiento y Fenosa buscan un solar junto al Botánico para construir una nueva estación
Ya hay fluido eléctrico asegurado en Centro: tres subestaciones eléctricas móviles, con sus correspondientes transformadores de tensión, instaladas en la Puerta Real del Jardín Botánico del paseo del Prado, garantizarán un suministro alternativo al que aportaba la central eléctrica incendiada el jueves en la calle de Almadén. El Ayuntamiento y Unión Fenosa buscan ahora un solar cercano para construir una subestación en sustitución de la que ha quedado destruida.
El suministro eléctrico en la zona central de Madrid afectada por el reciente incendio de la subestación de la calle de Almadén, que incluye el Barrio de las Letras, el Parlamento, Correos y el Banco de España, fue restablecido por completo a las 19.30 de la tarde de ayer, según informó David Vindel, ingeniero industrial y portavoz de Gestión de la Red de la compañía Unión Fenosa. El restablecimiento ha sido posible gracias a la energía transferida desde otras subestaciones eléctricas madrileñas.
Hasta 530 trabajadores, técnicos y especialistas fueron movilizados en torno al Jardín Botánico y aledaños, incluido el subsuelo del paseo del Prado, sobre el que instalaron tres subestaciones móviles en las últimas horas. Los tres equipos eléctricos permanecerán provisionalmente en servicio junto al Botánico hasta que se edifique, en un solar no lejano, una subestación definitiva que sustituya por completo a la recién incendiada, en cuyo interior el material que ardió se encontraba todavía ayer a altas temperaturas, según fuentes de los bomberos. Ello obliga a su refrigeración incesante. Asimismo, de la terraza del inmueble siniestrado será retirado con grúa, previa autorización, un casetón metálico de 14 toneladas de peso que distribuía la potencia eléctrica entrante a la central afectada.
El Ayuntamiento y la compañía Unión Fenosa buscan un solar cercano que sirva de emplazamiento para una nueva subestación que sustituirá a la que ha resultado arrasada, según confirmaron fuentes municipales. Según Vindel, la instalación podrá quedar culminada en un año, plazo durante el que presumiblemente deberán funcionar las tres subestaciones móviles instaladas junto al Jardín Botánico, que alberga 30.000 especies vegetales. Su Puerta Real, levantada por Juan de Villanueva en 1781, permanecerá cerrada.
Cada subestación móvil, de unos diez metros de longitud, tres de altura y 2,5 de anchura, se alimenta de la corriente eléctrica de alta tensión captada de los túneles que surcan el paseo del Prado. Un gran boquete en el suelo, con cables rojos y negros, permitía ayer ver la bóveda subterránea de ladrillo velozmente perforada para extraer los cables que transportan la energía, que las subestaciones móviles, a su vez, transforman, rebajando su tensión desde 45.000 a 15.000 voltios, paso previo a su rebaje a los 220 voltios aptos para el consumo doméstico.
Cada subestación móvil aloja un transformador del alto voltaje de la potencia eléctrica, allegada a través de cables de cobre o de aluminio de baja sección. La energía con voltajes pequeños exigiría grandes diámetro para los cables, encareciéndolos sobremanera. Cada subestación tiene sus circuitos protegidos, aislados y refrigerados por 7.790 litros de aceites minerales, similares a los 40.000 de los cuatro transformadores -uno de 220.000 voltios y tres de 45.000- que ardieron por causas aún desconocidas. Los aceites son refrigerados con ventiladores y posteriormente readmitidos al circuito.
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