Me lo dijo Pérez
Sigue la guerra contra los pacifistas del cine que junto a varios millones de personas gritaron no a la guerra. Esta semana ha llegado el delirio, al anunciarse el decreto que pone definitivamente en marcha la ley aprobada en 1999 por el Gobierno anterior respecto al 5% de los ingresos de las televisiones que éstas deben aportar al cine europeo. Vieja disposición que, dicho sea de paso, las televisiones han venido cumpliendo aunque fuera a medias. Esas películas les proporcionan en ocasiones tan buenos beneficios como las demás y algunas cadenas no han dejado de colaborar en la producción de películas españolas. A su ritmo, eso sí.
Lo ha explicado Pérez Estremera, el nuevo director general de cine. También lo ha dicho otro Pérez, Pedro, el presidente de la agrupación de productores, nada sospechoso de haber llevado pancarta en manifestación alguna. Pues ni caso. "Los caraduras del cine", ha titulado la revista Época, con gran foto en la portada de Pedro Almodóvar y Carmen Calvo, "la ministra de la cultureta y el canapé", caricaturizados como los gánsteres Bonnie and Clyde. "Este nuevo impuesto revolucionario va a pagar a millón por barba y escote la pegatina y las pancartas del No a la guerra de todo el grupo de varietés estatal", ha escrito otro. "Los del cine fabrican auténticos bodrios cinematográficos que las más de las veces, afortunadamente, no se llegan ni a estrenar", concluye un tercero. ¡Qué más dan los nombres!
Si Pérez (Pedro) ha hablado defendiendo esta ley, ¿por qué la federación que preside no sale al quite de toda esta desinformación que está haciendo bola? ¿Por qué callan? Más aún cuando los ataques recaen principalmente en los directores y actores de las películas, que jamás reciben un duro de subvención por su trabajo, "actores de la farándula del No a la guerra y de algún Paul Newman galaico y alopécico del Nunca Máis", en clara alusión a Luis Tosar. He aquí otra joya: "Éste es un impuesto pancartero que está destinado a pagar retrospectivamente los servicios de los titiriteros en su estrategia de adoquín y grito bardemiano en primer plano".
A propósito del grito bardemiano, prepárense ustedes a admirar de nuevo a un inconmensurable Javier Bardem encarnando al tetrapléjico Ramón Sampedro en la película Mar adentro, dirigida por un valiente y sensible Alejandro Amenabar. Y no sólo Bardem: todos los del reparto están estupendos: Belén Rueda, Lola Dueñas, Mabel Rivera, Clara Segura... La película se estrenará en septiembre tras su paso por el Festival de Venecia. Le van a llover premios, nominaciones, goyas... Y no es la única gran película europea que se nos avecina. Las televisiones se pelearán por ellas. Pero estos cronistas manipuladores que trinan porque también el cine español se echó a la calle contra la misma guerra que ahora ha denunciado con coraje Michael Moore en su premiada Fahrenheit 9/11(estreno la próxima semana), no pararán de insultarles como "parásitos del cine". ¡Qué cruz!
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