Acordes de dignidad

En el mundo de la música flamenca, supongo que como en todos los ambientes artísticos, estamos acostumbrados a homenajes que se hacen siempre a destiempo: o demasiado pronto o demasiado tarde.

Sin embargo, el Premio Príncipe de Asturias a Paco de Lucía es ante todo oportuno. Es el acorde justo en esta partitura que últimamente se viene escribiendo, en la que por fin la música flamenca empieza a ser tratada con la dignidad que se merece.

Es un premio al antes y al después que sólo marcan los maestros. La figura de Paco de Lucía es tan grande, brilla tanto, que recibe un homenaje comparable a su grandeza y a la grandeza del arte flamenco. Es un motivo de orgullo para todos, porque en él se premia la música, el esfuerzo y la inteligencia.

Yo me siento especialmente orgulloso porque de lo que estamos hablando también es de un instrumento, la guitarra, que recibe un espaldarazo especial. Los músicos de mi generación tuvimos muchos problemas en nuestras casas porque la de guitarrista no era una carrera que agradara especialmente a nuestros mayores.

Hasta que Paco empezó a volar. Él, dignificando la figura del guitarrista, consiguió que muchos de nosotros tuviéramos por fin el apoyo familiar que necesitábamos. Para nosotros queda nuestro agradecimiento por eso, y también por otras cositas buenas como el trémolo de la rondeña La cueva del gato.

Hoy todos los flamencos tenemos un ole en la boca.

Gerardo Núñez es compositor y guitarrista.