Ferrando alerta de un cambio de coyuntura en los próximos meses que amenaza el crecimiento

Un futuro nublado a corto plazo. Rafael Ferrando, presidente de la patronal autonómica, Cierval, alertó ayer ante la asamblea general de un "giro sustancial de la coyuntura" en los próximos meses que amenaza el crecimiento económico. Ferrando citó problemas internacionales como el terrorismo islámico o la competencia desleal de terceros países, a lo que sumó el cambio en el Gobierno. Cambio que "plantea graves interrogantes" sobre el futuro de proyectos emblemáticos. Ante este panorama, la cumbre empresarial que se celebrará en 2005 buscará soluciones.

Camps pide más optimismo para encarar la cumbre empresarial de 2005

El representante empresarial valenciano pasó de hacer referencia a un panorama actual que consideró "esperanzador" -mencionó una coyuntura económica internacional que se ha recuperado en 2003 o un crecimiento de la valenciana superior al del conjunto del país- a anunciar nubarrones en el escenario económico. "Debemos estar preparados para asistir, en los próximos meses, a un giro sustancial de la coyuntura, que ya se está percibiendo y que puede cuestionar seriamente nuestro crecimiento", esgrimió. Y en su argumentación, habló de "serios problemas" en el ámbito internacional. Citó el terrorismo islámico, que puede afectar a sectores como el turismo o el transporte, la fluctuación del dólar respecto al euro y la "competencia desleal" de determinados países que no piensan cumplir el Protocolo de Kioto y "cuya laxitud en materia laboral y fiscal" permite unos costes salariales "incompatibles con una sociedad moderna y democrática". También recordó que en 2006 la Comunidad Valenciana deja de ser Objetivo 1, con la reducción de fondos que supone.

A los factores exteriores, Ferrando sumó el cambio político en el Gobierno que "plantea graves interrogantes" sobre "proyectos emblemáticos para la Comunidad Valenciana" como el AVE, el PHN o la Copa del América. El presidente explicó que "de momento" se ha descartado por decreto el trasvase y que se "está cuestionando el acceso norte al Puerto de Valencia (proyecto que considera "incuestionable"). También dijo que el AVE "no goza de la urgencia que los empresarios precisamos", sin tener en cuenta que el ejecutivo de Zapatero ha adjudicado los tramos pendientes y respeta el proyecto firmado en 1999 entre el Gobierno del PP y las comunidades afectadas.

Ferrando dibujó ayer un panorama preocupante en un discurso en el que habló de problemas estructurales y de necesidad de acometer un cambio. Con todo, y ante una situación "grave" en conjunto, dijo que Cierval debe hacer un "análisis objetivo de la situación", identificar las soluciones que permitan empezar a trabajar. Por ello, ayer, mostró su intención de celebrar la cumbre empresarial en el "norte de la Comunidad Valenciana" (evitó referir a Vinaròs) en 2005. Ferrando no habló de fechas pero defendió la intención de analizar en este foro el entorno global y "pergeñar nuevos modelos de crecimiento". Un "gran debate" empresarial que aúne esfuerzos y dé alternativas a "los problemas estructurales" que precisan de "cambios profundos".

Rafael Ferrando aunció su intención de acudir a expertos, "referentes internacionales" para enriquecer la visión de conjunto.

Pese al panorama que pintó Ferrando, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que acudió a la asamblea general de Cierval, mencionó algunos datos económicos -descenso del paro y récord de creación de empresas- y dijo que la cumbre empresarial se debe desarrollar "en tono de optimismo y confianza". Consideró que puede ser una ocasión para repasar qué ha ocurrido en los últimos 15 años. Camps destacó la importancia de transmitir confianza. Por ello, y aunque el presidente del Consell reconoció que las cosas pueden ir mejor, también aseguró que los problemas están identificados y por ello se debe mantener la confianza en las posibilidades.

En relación con las infraestructuras, el presidente recordó ante los empresarios la importancia que tienen para la creación de riqueza en territorio valenciano y en el conjunto del país las infraestructuras, pero también reconoció que "nadie hasta el momento nos ha dicho que no se vayan a hacer".