Alerta ante el integrismo marroquí

La comisión del 11-M ha arrojado ya algo de luz sobre qué debe hacerse y qué no para prevenir posibles atentados islamistas. El anterior comisario de Información, Jesús de la Morena, y el actual, Telesforo Rubio, aportaron la semana pasada medidas sobre qué debe hacerse y sobre cuál es, a su juicio, "el elemento determinante de la amenaza sobre España del terrorismo islamista". De la Morena lo dejó claro: "Sin duda, la explosión integrista de Marruecos; lo tenemos ahí y ése es el factor determinante". Ambos coincidieron en pedir reformas legales y rápidas.

De la Morena leyó ante la comisión, a petición del coordinador general de IU, un documento "de reflexión" entregado a un miembro del actual Gobierno sobre su diagnóstico de la amenaza. Se titula "Situación y estrategia en relación con el terrorismo islámico" y fue elaborado en mayo. El ex comisario relató que en España existen "elementos radicales muy poco o nada controlados, con capacidad de movimiento e influencia exterior", entre los que destacó a "determinados imanes, elementos que han podido combatir en Afganistán, Chechenia o Irak". A ellos unió a musulmanes radicales "con asentamiento en nuestro país y que pertenecen a diversos sectores, inicialmente estudiantes, comerciantes y del sector de la construcción fundamentalmente". Éste es el perfil del núcleo duro del comando que perpetró los atentados del 11-M y De la Morena lo considera "caldo de cultivo" del radicalismo "en el interior" de España.

La primera mención a Marruecos en el informe alude a la posible "radicalización de una parte de delincuentes comunes de origen magrebí como consecuencia, al menos en parte, de su adoctrinamiento en cárceles o mezquitas del norte de Marruecos", lo que ocurrió con Jamal Ahmidan, El Chino.

El comisario subrayó que la falta de control de la inmigración en otros países ha facilitado la llegada de un número creciente de inmigrantes irregulares "y, a su amparo, elementos radicales". Y aquí lo deja claro: "Hay una influencia clara de la radicalidad extremista procedente del Magreb (...) y es evidente que el que se ha generado en los últimos años nos ha afectado y nos va a afectar directamente".

Recursos escasos

Hecho el diagnóstico, ¿cómo estaban preparados los servicios contraterroristas? "Con recursos, ante la nueva situación, escasos, y con capacidades y hasta procedimientos inadecuados" para "el control de la amenaza"; un sistema judicial "con muchas deficiencias y, si cabe, con mayor desconocimiento", y, finalmente, "una legislación que es muy restrictiva para el eficaz desarrollo de medidas y operaciones de prevención e investigación". Y, ahora, qué se puede hacer. "Lo primero, tener un conocimiento más fidedigno del problema", para pasar a "la reestructuración de gran parte de las unidades existentes, unidades mixtas que contemplen de manera directa la triple perspectiva de inmigración, delincuencia relacionada con extranjeros y radicalismo".

Además, según De la Morena, se necesita potenciar las unidades dedicadas al control de la extranjería y mandar unidades de información especializadas en islamismo a "localidades donde existen importantes núcleos de inmigración". El catálogo del ex comisario requiere "triplicar en un corto periodo de tiempo, no más de año y medio", los recursos técnicos y humanos de las unidades centrales de policía, Guardia Civil y CNI destinadas a este asunto.

En su documento, De la Morena pide la creación de una figura a nivel judicial y fiscal "verdaderamente especializada" y un centro contraterrorista dependiente de Interior (se está ya constituyendo el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista, precisamente a sugerencia del ya ex comisario), que evalúe la amenaza, diseñe las estrategias y sugiera al legislativo posibles reformas legales.

El actual comisario de Información, Telesforo Rubio, admitió que "la Unidad Central de Información Exterior no está debidamente dotada ahora mismo" y subrayó que es necesario "mejorar la estructura periférica" del servicio de Información. Pidió "la ampliación de enlaces o representantes de Interior en el extranjero" y de los contactos con servicios extranjeros así como con organismos supranacionales, "no sólo Europol", de aquellos países que tienen el problema común del terrorismo.

Rubio quiso ser cauto al hacer las siguientes sugerencias. "En lo posible", dijo, habría que modificar la legislación penal para hacer frente a situaciones "difícilmente atacables" pero que "desde un punto de vista policial serían susceptibles de alarma y peligro". Se refirió en concreto a reformas en materia de extranjería, para precisar "la medida de expulsión por razones de seguridad".