Un experto en islamismo rechaza que haya relación Al Qaeda-ETA

El comisario jefe de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la policía, Mariano Rayón, responsable del grupo de terrorismo islamista, negó ayer cualquier relación entre ETA y el terrorismo islamista o entre la banda vasca y el 11-M. "No consta", contestó a las insistentes preguntas del diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo. "Yo nunca descarto nada en esta vida, pero tengo el convencimiento moral de que no ha habido presencia ni participación de ETA el 11-M", remachó.

Y además, insistió en que el día 11 por la noche, con la furgoneta y la reivindicación a un diario londinense, las pesquisas ya se dirigieron hacia el islamismo. "Pero la certeza es el día 13, a las once y pico de la mañana, cuando nos dan los nombres de los dueños del locutorio de Lavapiés que han comprado las tarjetas telefónicas usadas en el atentado", explicó.

Rayón empezó con una advertencia. "Nuestra obsesión fue siempre evitar nuevos atentados y descubrir al comando". El comisario negó que hubiera habido imprevisión ante el terrorismo islamista, pero poco después admitió que no había habido "ninguna reunión monográfica sobre el terrorismo islámico en el Ministerio del Interior en los últimos dos años".

- ¿Contactó ETA con el terrorismo islámico?, preguntó del Burgo.

- No me consta.

- ¿Hubo terroristas de ETA en Bagdad?

- No me consta.

- Pero hubo contactos en las cárceles.

- Una cosa es convivir y otra tener relación directa.

- Es decir, que no han investigado esos contactos.

- Yo, como coordinador de la investigación, no tengo ninguna noticia en esa dirección.

Sospechas desde el 11

El jefe de la UCIE aguantó estoicamente la batería de preguntas. La respuesta "no me consta" fue la tónica, incluso cuando Del Burgo preguntó por la presencia en Bagdad de un pretendido "comando Euskal Herria", según un artículo de Il Corriere della Sera. Rayón contestó que no lo sabía, pero que tomaba nota.

El comisario subrayó que ya el 11 por la tarde, con lo hallado en la furgoneta y el comunicado de Al Qaeda al diario Al Quds de Londres, sus agentes empezaron a recabar datos sobre la pista islamista. "Las respuestas llegaron el día 12, pero nada concreto. Había escepticismo respecto a la fiabilidad de la reivindicación".

"Pero la certeza, el gran convencimiento de que se trataba de terrorismo islamista, es cuando me dicen que varias personas que tenían un locutorio en Lavapiés habían comprado las tarjetas telefónicas; el día 13, a las once y pico de la mañana", declaró. "Esa mañana vimos que era blanco y en botella", y en ese momento "ya hablábamos de terroristas islámicos violentos en la zona de Lavapiés".