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Tribuna:EL FUTURO DE CHIPRE
Tribuna
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Reparar una injusticia

El autor lamenta que los turcochipriotas hayan quedado fuera de la UE tras aprobar el plan de la ONU para reunificar la isla.

En un artículo publicado recientemente por este periódico, el señor Kypros Chrysostomides, portavoz de la Administración grecochipriota del sur de Chipre, distorsiona la realidad actual y los antecedentes históricos del tema de Chipre.

Como sus lectores conocen bien, el 24 de abril de 2004 se celebraron sendos referendos simultáneamente en la República Turca de Chipre Septentrional y en Chipre Meridional sobre el plan global del secretario general de la ONU, señor Kofi Annan. El pueblo turcochipriota aprobó el plan abrumadoramente con un 65% de los votos, expresando claramente una vez más su voluntad manifiesta a favor de una solución global. De otra parte, el 76% del pueblo grecochipriota rechazó el plan en respuesta al llamamiento hecho por el líder grecochipriota, señor Tassos Papadopoulos, que pidió un "rotundo no" al plan Annan por parte de los grecochipriotas.

Sin embargo, el señor Chrysostomides trata de inculpar a otros. Critica abiertamente tanto al secretario general de la ONU como a la comunidad internacional en su conjunto. Culpa al mundo por no castigar a Turquía por haber intervenido en la isla (para salvar a los turcochipriotas y restablecer el orden constitucional) y por ser "intransigente", y esto a pesar del apoyo efectivo de Turquía al mismo plan, que tiene como objetivo la unificación y la desmilitarización de la isla, que los grecochipriotas han rechazado. Culpa a la ONU por disponer que el Tratado de Garantía de 1960 continúe en vigor ya que es vital para las necesidades de seguridad de los turcochipriotas y un principio acordado por todos los firmantes de dicho Tratado, aparte de los grecochipriotas. Culpa a la ONU por no permitir que 40.000 turcochipriotas se convirtieran de repente una vez más en refugiados sin hogar, para que 85.000 supuestos desplazados grecochipriotas perfectamente rehabilitados pudieran ser realojados en las áreas que quedarían así vacantes. Incluso dice implícitamente que el mundo no debería haberse preocupado por el realojamiento y rehabilitación de estos 40.000 turcochipriotas en respuesta a los sufrimientos que se ocasionaron desgraciadamente a los grecochipriotas a consecuencia de los acontecimientos de 1974 perpetrados por el líder grecochipriota de entonces. Critica el arreglo de la cuestión de la propiedad hecha de una manera totalmente respetuosa con el derecho al retorno y el derecho a la propiedad en lugar de disponer para que miles de casos fueran presentados ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con el resultado inevitable de disputas interminables que amenazarían la paz en la isla.

Las siguientes observaciones del secretario general de la ONU, tomadas del discurso que dirigió a ambas partes en Burgenstock, son suficientemente explícitas. "El proceso de negociaciones no es un partido de fútbol. No es una cuestión de mantener un marcador de goles contrarios y goles propios, de ganadores y perdedores. Hemos tratado más bien de dar respuesta a las preocupaciones manifiestas de ambos lados, a fin de crear una situación en donde sólo haya ganadores... Este plan (el plan Annan) es inevitablemente un compromiso. No satisface las demandas de todos. Pero creo que satisface los intereses vitales, y se ocupa de las preocupaciones básicas de los pueblos en ambos lados".

Es verdad que el plan Annan no satisfizo todas las demandas y necesidades del pueblo turcochipriota. Hay una larga lista de razones en las mentes de todos y cada uno de los turcochipriotas de por qué el plan debería haberse rechazado, y no digamos en las de los dirigentes. Sin embargo, habiendo pagado un precio muy elevado para proteger los derechos legítimos y los intereses vitales, el pueblo turcochipriota es perfectamente consciente de que una solución duradera tiene también su precio y exige una fuerte dosis de compromiso. El 24 de abril de 2004, el pueblo turcochipriota expresó su voluntad de pagar el precio por un arreglo solidario y votó a favor del plan Annan. Los grecochipriotas, por otro lado, manifestaron su voluntad de no comprometerse y, así, dieron un no a este arreglo. "¿Deberían ser ahora castigados por expresar su voluntad libremente?", pregunta el señor Chrysostomides.

El pueblo turcochipriota no pide tal eventualidad. Ellos sólo piden que cese el castigo injusto que han venido padeciendo durante décadas. La comunidad internacional debe reparar la situación injusta surgida del hecho de que el lado grecochipriota que rechazó el plan de la ONU se haya convertido en miembro de la UE, mientras que el lado turcochipriota que aprobó el plan no sólo se haya quedado fuera de la UE, sino que además continúe estando sometido a restricciones y embargos ilegales. Es hora de que los embargos inhumanos impuestos al pueblo turcochipriota sean levantados inmediatamente y se reconozca el hecho innegable de que el llamado "Gobierno de la República de Chipre" ni representa ni tiene derecho a representar al pueblo turcochipriota.

Serdar Denktas es viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de la República Turca de Chipre Septentrional.

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