Salud refuerza la atención sobre 9.692 sevillanos "más vulnerables" a las altas temperatura s

La vigilancia sanitaria por las altas temperaturas se centra en Sevilla, donde están censadas 9.692 personas "vulnerables", entre ellas 580 que el SAS considera de "máximo riesgo" por vivir solos, sufrir varias enfermedades o medicarse con productos que condicionen su adaptación al calor. En la capital andaluza, el SAS activó ayer la fase de actuación (roja), mientras que Córdoba y Huelva siguen en alerta (amarilla). Los golpes de calor han provocado el ingreso de seis personas en hospitales de las tres provincias y de cinco con enfermedades agravadas por el calor.

Las altas temperaturas registradas durante varias jornadas consecutivas han provocado las primeras hospitalizaciones. El SAS informó ayer del ingreso de seis personas por golpe de calor: dos en el hospital de Valme (Sevilla), una en el Reina Sofía (Córdoba), dos en el hospital de Cabra (Córdoba) y una en el Infanta Elena (Huelva). Los síntomas del golpe de calor -el organismo no puede controlar ni regular su temperatura- son piel caliente, roja y seca; dolor intenso de cabeza; náuseas y sed; somnolencia y/o agresividad inhabitual; obnubilación y pérdida de conciencia y convulsiones.

La situación de mayor vigilancia sanitaria se da en Sevilla, la provincia más afectada por las altas temperaturas -ayer se registro el record de mínimas con 33,4º- desde hace varios días. El SAS inició el seguimiento de las 9.692 personas más vulnerables el pasado lunes, en especial aquellas consideradas de máximo riesgo (580).

Las enfermeras han realizado cerca de 3.000 visitas al día, además de establecer contactos telefónicos. A pesar de que todos los centros de salud y hospitales están en alerta ante un posible aumento de la demanda, las urgencias se mantienen de momento en "niveles similares a los últimos días previos a la ola de calor", según el SAS.

Pacientes frágiles

De acuerdo con las pautas marcadas por el Ministerio de Sanidad, la Administración andaluza activó el pasado 1 de junio el plan de prevención ante una posible ola de calor, que contempla medidas de actuación y recomendaciones. La población más susceptible de sufrir los efectos de las altas temperatura, según el censo elaborado para este plan, asciende a 45.000 en toda Andalucía, en especial ancianos y pacientes frágiles a quienes se realizará un seguimiento periódico para conocer su estado de salud.

Además de los mayores de 65 años, bebés y menores de cuatro años, los colectivos más vulnerables a las altas temperaturas son las personas obesas, los enfermos respiratorios y cardíacos, las personas con trastornos mentales, las que realizan un sobreesfuerzo físico o las que toman alimentos diuréticos, hipotensores o antidepresivos, entre otros.

Dentro de este grupo, 2.000 personas son las de máximo riesgo porque, además de estar inmovilizados, de vivir solos en condiciones inadecuadas para afrontar el calor, tienen dos o más enfermedades y toman medicamentos que pueden influir en su adaptación al calor.

El seguimiento de este colectivo se realiza a través del servicio autonómico Salud Responde (902 505 060), mediante llamadas telefónicas que comprueban el estado de cada uno. Unas 4.100 enfermeras -de ellas 212 son de enlace- se encargan de difundir entre los pacientes de los servicios sanitarios las recomendaciones para evitar y controlar el calor, la dieta más apropiada y los hábitos aconsejados.

Entre las medidas que la Consejería de Salud reitera que debe tomar la población para protegerse de los efectos dañinos del calor figuran la de evitar salir en horas de calor extremo (12.00 a 19.00), tomar agua, zumos y bebidas frescas, permanecer en lugares frescos o tomar baños y duchas para refrescarse.