La deuda municipal se eleva a más de 250 euros por ciudadano

La situación financiera de los ayuntamientos vascos evoluciona de forma favorable. La gestión municipal se ha saldado con un ahorro neto global de 360,7 millones de euros, gracias al aumento de los ingresos corrientes y la reducción de la carga financiera, según el último informe del Tribunal Vasco de Cuentas, referido a las cuentas del año 2001. La mejora económica se ha plasmado en una fuerte reducción (el 10,9%) del endeudamiento, que en dicho ejercicio ascendió a 538,7 millones. La subida de los impuestos ha contribuido en parte a mejorar las arcas locales.

El principal organismo auditor de Euskadi ha fiscalizado las cuentas generales remitidas por los ayuntamientos y entidades supramunicipales correspondientes al ejercicio 2001. Las conclusiones del informe se refieren a la situación financiera de 243 de los 250 consistorios de la comunidad autónoma. Oion entregó su documentación fuera de plazo y Armiñón, Harana, Berantevilla, Lemoiz, Orozko y Errezil no rindieron sus cuentas.

El estudio, de 156 páginas, concluye que la evolución económica de las arcas municipales fue "positiva" en 2001. Entre los aspectos más destacados, el órgano fiscalizador resalta el descenso de la deuda de los ayuntamientos, que se situó a 31 de diciembre de ese año en 538,7 millones de euros, un 10,9% menos que en el ejercicio precendente. Dicha cantidad supone que los consistorios tienen contraída una deuda de 257 euros por habitante.

El informe constata una disminución más destacada en los municipios vizcaínos y, por regla general, en los siete que superan los 50.000 habitantes. El tribunal destaca además el bajo nivel de endeudamiento de Amorebieta, Arrigorriaga, Trapagarán, Llodio, Mungia, Hondarribia, Durango, Galdakao y Leioa.

Aumenta el ahorro

A la deuda municipal hay que añadir la que soportan el resto de las administraciones públicas. Informes anteriores elaborados por el mismo tribunal, también sobre las cuentas de 2001, cifran el endeudamiento del Gobierno vasco en 1.370,2 millones de euros, seguido por la Diputación de Vizcaya (665 millones de euros), la de Guipúzcoa (209,2 millones) y la alavesa (88,6 millones).

Junto a la disminución de la deuda, la mejora económica general de las corporaciones locales se basa en un aumento del 5,2% de los ingresos corrientes (1.585 millones en total) y la reducción de la carga financiera un 7,44% respecto al ejercicio anterior. Ambas variables permitieron a los consistorios incrementar un 19% su ahorro neto.

En este apartado destaca el excelente comportamiento de los municipios vizcaínos, que ahorraron un 51,45% más que en 2000, mientras que en Álava y Guipúzcoa el incremento se quedó en apenas un 0,2% y un 1,97%, respectivamente. La diferencia, según el tribunal, responde al fuerte crecimiento de los ingresos en Vizcaya durante el periodo analizado.

Los consistorios, además de con su esfuerzo ahorrador, han logrado mejorar sus finanzas gracias al aumento de la presión fiscal. El tribunal resalta una variación interanual del 2,33%, y sitúa en 373,1 euros por ciudadano la recaudación proviniente de impuestos, tasas y precios públicos. Hace constar en su análisis que Zierbena es el municipio con mayor presión fiscal bruta media (6.983 euros anuales por persona) debido a los ingresos por el impuesto de construcciones, instalaciones y obras liquidado por Bahía Bizkaia.

De las tres capitales, sólo Vitoria recauda vía impuestos locales por debajo de la media (359 euros), mientras que Bilbao y San Sebastián, con 429 y 446 euros, respectivamente, superan el promedio.

La mejora económica se refleja igualmente en un notable ascenso de la inversión, que alcanzó los 376,2 millones, un 32,5% superior a la del ejercicio anterior. La inversión neta por habitante (inversiones realizadas menos enajenaciones) tiende a ser "inversa al tamaño de los municipios", asegura el órgano fiscalizador, que la sitúa en 175,5 euros por ciudadano.

El aumento de las inversiones motivó que los gastos presupuestarios subieran en un 6,7%. Así, el gasto total por habitante se situó en una media de 911,1 euros. Esta magnitud resulta más acusada en los siete ayuntamientos con más de 50.000 habitantes y en los que no llegan a 10.000 vecinos. En el primer caso (las tres capitales y los municipios de Barakaldo, Getxo, Irún y Portugalete), el incremento proviene de los gastos de funcionamiento (personal, compras y servicios); en el segundo grupo, a causa de las mayores inversiones.