Avalancha de exiliados hacia Cuba por las nuevas restricciones a las visitas
Cientos de personas viajan desde EE UU cargados de ropa y comida para sus familiares
Con la angustia reflejada en el rostro, cargando maletas y paquetones de ropa y medicinas para sus familiares, llegaron ayer al aeropuerto de La Habana cerca de mil exiliados cubanos en ocho vuelos procedentes de Miami y de otras ciudades de EE UU, más del doble de lo habitual en estas fechas. El temor a no poder visitar a sus parientes en tres años -tras la entrada en vigor, el 30 de junio, de las últimas medidas de la Administración Bush para endurecer el embargo y "acelerar una transición a la democracia en Cuba"- ha provocado una avalancha de emigrados a la isla.
Se les puede ver en las tiendas de dólares comprando comida, artículos de primera necesidad o electrodomésticos, acompañados de sus familiares. También pasando el rato en las piscinas de los hoteles o comiendo en paladares. Según fuentes de Havanatur, la empresa cubana que trabaja con las líneas chárter que vuelan a la isla desde Miami, Los Ángeles y Nueva York, en los últimos días se ha duplicado el número de vuelos y de visitantes. "El lunes fueron siete, hoy ocho, y lo normal en junio es que haya tres o cuatro vuelos diarios", dijo un funcionario de la compañía estatal.
El lunes no pocos emigrados se enteraron en el mismo aeropuerto de las últimas medidas de EE UU para incrementar la presión contra el Gobierno de Fidel Castro: prohibir el envío de ropa, jabón y otros artículos de higiene en los paquetes familiares enviados a Cuba desde territorio estadounidense. La medida restringe las categorías de productos permitidos a alimentos, medicinas, suministros y equipos médicos. Se aclara que, a partir de ahora, los envíos sólo podrán recibirlos "familiares inmediatos" (cónyuges, hijos, padres, hermanos o nietos).
Reforzar el aparato represivo
"Esto es una mariconada. No hay otra palabra", comentaba uno de los recién llegados. Afirma que "estos paquetes liberaban al régimen de la obligación de cubrir necesidades básicas de sus ciudadanos y, al mismo tiempo, le permitían dedicar más recursos para reforzar el aparato represivo". Según la nueva disposición, los alimentos podrán continuar enviándose sin restricciones, pero en el caso de los paquetes que incluyan otras categorías, sólo podrá remitirse uno mensualmente por hogar. Antes, cada persona con la misma dirección podía recibir un paquete al mes.
La medida se suma a las que entrarán en vigor el 30 de junio, entre ellas la de restringir la frecuencia de los viajes de los exiliados a una cada tres años, y por una estancia máxima de 14 días. El año pasado viajaron a Cuba 115.000 emigrantes desde EE UU; a partir de ahora para poder hacerlo deberán demostrar que tienen "familiares inmediatos". Los que están en Cuba ahora deben regresar a EE UU a más tardar el 29.
La espiral de odio e insensibilidad es tal que hasta la Fundación Nacional Cubano Americana, agrupación del exilio nada sospechosa de procastrista, discrepó ayer de la utilidad de las medidas de Bush. "Nada que divida a la familia puede ir en beneficio de la democracia", afirmó Joe García, director ejecutivo de dicha organización.
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