_
_
_
_

Solbes depende del PNV para aprobar en el Senado la reforma de la Ley de Estabilidad

La falta de mayoría en la Cámara ha hecho perder a los socialistas dos votaciones

Carlos E. Cué

El PSOE se enfrenta mañana a su primera prueba de fuego real en el Senado. El ministro de Economía, Pedro Solbes, somete a debate y votación el techo de gasto para 2005, que se aprobó el jueves en el Congreso por la mínima. Los socialistas confían en el éxito, pero no hay ninguna garantía. Porque bastaría una abstención del PNV, un grupo siempre difícil de prever, para que el PP tumbara la iniciativa con sus 126 senadores, a sólo cuatro de la mayoría absoluta. CiU es la clave, ya que optó por el no en el Congreso, y casi siempre arrastra el voto de sus aliados vascos.

En los tres plenos con votaciones significativas que ha vivido el Senado esta legislatura, los socialistas han sido derrotados en dos ocasiones. En otras han aceptado enmiendas de grupos nacionalistas para sacar adelante sus iniciativas. Otras veces han enmendado las mociones del PP para reducir su impacto, ante el temor de que los populares pudieran buscar el apoyo de algún grupo pequeño. También se han visto obligados a retirar iniciativas y enmiendas para que no salieran derrotadas.

Cada sesión de la tarde de los martes es un hervidero. Después de la primera derrota del PSOE, la de la Ley de Calidad de la Educación, todos los senadores, tanto los socialistas como los del PP y otros grupos más pequeños, han sido llamados a rebato. Nadie puede faltar, porque los números son ajustadísimos.

Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV, explica la situación: "Estos del PSOE no se han enterado aún de que no tienen ningún pacto estable con nadie. Suponen que nosotros, por ejemplo, no podemos votar nunca con el PP. Y eso no es así. No basta con ser encantadores, también hay que saber negociar. A nosotros nos han dejado fuera de varios organismos".

En realidad, la importancia de una derrota en el Senado es más simbólica que efectiva. Cualquier iniciativa rechazada allí vuelve al Congreso, que la puede aprobar sin más. Pero todo se retrasa, y la sensación de debilidad del Gobierno que el PP pretende dar se refuerza. "Imagínese lo que sería que el Senado rechazara los Presupuestos. Eso nunca ha pasado", explica Anasagasti.

Además cada partido nacionalista tiene sus propias claves locales. CiU, por ejemplo, acaba de pasar a la oposición en Cataluña, y tiene dificultades para votar junto a ERC, ahora rival a cara de perro. El portavoz de CiU en el Senado, Pere Macías, admite que tienen un "papel delicado". "Podemos salir con trompazos de todos", ironiza. De momento, han votado varias veces con el PSOE, una contra ellos, y otra contra una propuesta pactada por los dos grandes partidos sobre financiación autonómica. "Nunca hemos sido partidarios de la inestabilidad, queremos dar un margen al Gobierno. Pero nosotros vamos a lo nuestro. Si el PP propone algo razonable, le apoyaremos. Y si no nos aprueban nuestras enmiendas a los Presupuestos, siempre podemos apoyarnos en el PP para sacarlas adelante", explica, "aunque sin hacer el gamberro sin más".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Coalición Canaria es otro de los grupos en los que el PP intenta apoyarse. CC gobierna en Canarias con el PP, aunque de momento ha apoyado al PSOE en todo en el Congreso. Pero los populares no ocultan sus intenciones de mimar a este grupo. "Yo podría buscar en el programa de CC hasta encontrar algo razonable que el PSOE no pueda apoyar, lo presento como iniciativa nuestra, y el Gobierno sale derrotado", explica Pío García Escudero, portavoz del PP. Su homólogo de CC, José Mendoza, aclara que su grupo no va a jugar a eso, aunque tampoco oculta que usarán esa posición en el Senado para exigir a los socialistas sus peticiones. Entesa (formado por PSC, ERC e ICV) es más fiel al Gobierno, aunque también exige contrapartidas.

Los socialistas confían en que el descontrol del Senado se calme en septiembre. Joan Lerma, su portavoz, recuerda que CiU, ahora el grupo más díscolo, tendrá que reorientar su política tras su congreso veraniego. "Las aguas volverán a su cauce", confía.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_