"El ciego está muy abandonado en el Tercer Mundo"
El oftalmólogo Borja Corcóstegui (San Sebastián, 1950) dirige una clínica en Barcelona, imparte clases en la Universidad Autónoma de esa ciudad y es el vicepresidente de la Fundación Ojos del Mundo, una organización no gubernamental que nació en Cataluña hace tres años con el objetivo de prevenir y combatir la ceguera evitable en las poblaciones más pobres del mundo. Y es que, según la OMS, hay 180 millones de personas con graves problemas de visión. El 80% de estos casos son recuperables con cirugía y tratamientos comunes, pero el 90% de los enfermos no tiene acceso a esta asistencia por falta de recursos. Los responsables de la ONG han presentado esta semana la fundación en la capital guipuzcoana, donde van a abrir una sede.
Pregunta. ¿Cómo surge Ojos del Mundo?
Respuesta. A principios de 2001 viajé con el político Rafael Ribó y una comisión de expertos en oftalmología a los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf (Argelia). Tuvimos bastante éxito desde el punto de vista médico y, a partir de ahí, Ribó impulsó la creación de la fundación para, en principio, ayudar a los saharauis. Los equipos voluntarios fueron rotando y fuimos disminuyendo el porcentaje de ceguera que había en los campamentos.
P. De allí han saltado a otros países.
R. Luego instalamos pequeños hospitales en Mozambique y Bolivia. La idea de la fundación es llegar a sitios donde no hay un tejido oftalmológico. Los organismos sanitarios consideran más importante tratar enfermedades como el sida o la malaria, y es lógico, porque matan, pero el ciego es una persona muy abandonada en el Tercer Mundo.
P. Esa situación acarreará unos costes sociales altos ¿no?
R. Efectivamente, porque estos enfermos se convierten en estorbos, porque siguen comiendo y no pueden producir. Su situación es demencial.
R. ¿Cuáles son las principales enfermedades que trata la fundación?
R. La enfermedad más común que existe en el mundo y que lleva a la ceguera es la catarata, que es muy curable. Es lo que más tratamos, junto con otros procesos como el glaucoma. Luego hay dolencias asociadas a la pobreza, como las infecciones de tracoma.
P. La ONG se esfuerza también en formar a profesionales nativos.
R. Sí, lo hacemos en el terreno o los traemos a España. La idea es formar en unos años a tres o cuatro médicos para que puedan tratar a su gente y se extienda la oftalmología. Eso nos irá permitiendo trasladarnos a otros puntos.
P. ¿Tienen en mente ya algunos?
R. Hemos hecho ya prospecciones en Gaza (Palestina) y Togo.
P. Van a abrir una sede en San Sebastián. ¿Tienen más en España?
R. Estamos en Madrid, Sevilla y Valencia y vamos a ubicarnos también en Galicia y Lisboa.
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