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Detenidos dos médicos de una ONG por expoliar obras mayas y aztecas

Las 228 piezas nicaragüenses requisadas están valoradas en cinco millones

La Guardia Civil ha recuperado 228 piezas de arte precolombino que iban a recibir dos médicos colaboradores de una ONG -uno en Madrid y otro en Valencia- a través de un contacto en Nicaragua. Se trata de vasijas, copas rituales, figuras, collares y ocarinas de las culturas Maya y Azteca, en su mayoría de los siglos XIII al XVI, que podrían superar en el mercado negro los 5 millones de euros, según fuentes de la investigación.

Los envíos hacia España los realizaba Donald J. M. T, un ciudadano nicaragüense que ya ha sido condenado a seis años por las autoridades de su país bajo la acusación de ser el responsable de expoliar objetos de arte precolombino de diversos yacimientos, entre los que se encuentran los situados en las zonas de la Masaya, Isla Zapatera e Isla de Ometepe. La Operación Masaya se inició en junio del año pasado, cuando agentes de la Guardia Civil detectaron en el aeropuerto de Barajas varios paquetes que contenían piezas arqueológicas y que habían sido declarados por el remitente como objetos de artesanía popular de Nicaragua. A partir de esta pista, especialistas en delitos cometidos contra el patrimonio histórico iniciaron una investigación para determinar quién estaba detrás de los envíos e identificar a los destinatarios.

Los agentes fueron deshaciendo la madeja y en el extremo del hilo dieron, tras mantener contactos con el enlace de la Guardia Civil en la Embajada de España en Nicaragua y la Policía Nacional de ese país, con Donald J. M. T., que era el responsable de mandar las piezas hacia España. Los receptores eran dos médicos que conocieron al detenido en los diversos viajes -al menos tres, según fuentes de la investigación- que hicieron como colaboradores de una organización no gubernamental. Las mismas fuentes insistieron en que la vinculación con la ONG es puramente tangencial y que no se sirvieron de ella para obtener los objetos de arte, más allá de que fue su trabajo como cooperantes lo que les facilitó los contactos para obtener las piezas.

Las partidas se tramitaron bajo la apariencia de objetos de artesanía y con el paraguas de facturas falsas. De hecho, fueron estos documentos los que abrieron el camino, como han señalado fuentes de la Guardia Civil a este diario. Las facturas estaban emitidas por empresas inexistentes, una circunstancia que descubrió la Policía Nacional nicaragüense y que sirvió para vigilar al ciudadano centroamericano implicado en el expolio.

Los agentes españoles no descartan que puedan haberse producido envíos a otros países europeos, por lo que la Interpol y la Europol están trabajando esta pista. La posibilidad que barajan los investigadores es que se hayan remitido más paquetes hacia países del norte de Europa por el mismo ciudadano nicaragüense bajo el mismo nombre o con nombres distintos, por lo que tampoco descartan que se hayan remitido más objetos hacia otros ciudadanos españoles, informa Lydia Garrido. Otra posibilidad es que se hayan empleado otros aeropuertos de América Central para hacer llegar el material y evitar la vigilancia del aeródromo de Managua.

Además de a Madrid, el detenido al menos trató de remitir objetos a Francia. Precisamente, fue cuando Donald J. M. T. intentaba hacer llegar más objetos a estos dos países cuando cayó en manos de la policía. En esta ocasión, fueron 52 las piezas que pretendía remitir y, según las autoridades centroamericanas a partir de una tasación elaborada por una casa de subastas estadounidense, podrían haber alcanzado en el mercado negro un valor superior a los 1,7 millones de dólares (1,4 millones de euros).

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Los 228 objetos recuperados en Madrid y Valencia, que los dos médicos guardaban en sus casas, aún no han sido evaluados, aunque las mismas fuentes los sitúan por encima de los 6 millones de dólares (más de 5 millones de euros). Las piezas se encuentran en el Museo de América de Madrid, donde están siendo estudiadas y catalogadas por especialistas, antes de ser restituidas a su país de origen, como establece el Convenio de París de 1970, relativo a la protección del patrimonio cultural.

La Guardia Civil no tiene conocimiento de que los dos médicos españoles hayan traficado con las obras de arte y considera que se trata de coleccionistas, por lo que pueden ser acusados del delito de receptación y contrabando de patrimonio histórico.

Obras de arte precolombino recuperadas durante la operación de la Guardia Civil.
Obras de arte precolombino recuperadas durante la operación de la Guardia Civil.EFE

En la 'lista roja'

Buena parte de las 228 piezas recuperadas se encuentran en la lista roja del Consejo Internacional de Museos (ICOM), una organización no gubernamental asociada a la Unesco que publica listas de objetos susceptibles de ser saqueados y colocados en el mercado negro. Existen tres listas, una referida a bienes culturales latinoamericanos, otra de objetos africanos y una tercera de piezas iraquíes cuyo contenido se puede consultar en la página http://icom.museum/redlist/.

En el caso de la latinoamericana, 60 profesionales de museos y del patrimonio americanos y europeos fueron los encargados de elaborar este índice, que se presentó en Madrid a principios de año. Entre los objetos recuperados están varios colgantes de oro con forma de águila, cuya elaboración se sitúa entre los años 400 y 1550, identificados en la lista en el apartado de objetos precolombinos. Otros de los elementos sustraídos son utensilios de piedra con milenios de antigüedad.

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