Un robot español permite al cirujano dirigir con la voz la cámara laparoscópica
Los robots entran poco a poco en la medicina. La gran ventaja que aportan es la estabilidad y la posibilidad de llegar a lugares de difícil acceso. Es el caso de la laparoscopia, la cirugía poco invasiva que se realiza al introducir el instrumental en el abdomen. En la laparoscopia, el cirujano se guía por una cámara de vídeo introducida en el abdomen.
Un grupo de ingenieros y cirujanos de la Universidad de Málaga presentó ayer un robot que permite al cirujano guiar con su voz la cámara de vídeo del abdomen. El ingenio se ha probado con éxito en cinco pacientes a los que les fue extirpada la vesícula.
"El robot sostiene la cámara, que está dentro del abdomen y se mueve según las órdenes que le dé el cirujano", explica Víctor Muñoz, profesor de Ingeniería de Sistemas de la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad de Málaga y director del proyecto. Actualmente, la cámara la sujeta un cirujano que ayuda al que opera.
Los investigadores, de Málaga, han operado con el ingenio a cinco pacientes tras superar controles éticos
El catedrático de Cirugía de la Universidad de Málaga Carlos Vara señala que el robot permite mantener la cámara sin depender del pulso del cirujano y facilita el trabajo en la mesa de operaciones. "Con el uso de este asistente robotizado, el segundo cirujano puede estar más pendiente del instrumental y de supervisar la operación", según Vara.
La cámara se mueve siguiendo seis órdenes del cirujano: arriba, abajo, izquierda, derecha, fuera y más adentro (un problema de software impedía reconocer la palabra dentro). Con cada orden, la cámara avanza 1,5 centímetros. El robot mide 1,7 metros y pesa 80 kilos.
El grupo trabaja en el desarrollo del robot desde 1998. El proyecto ha sido financiado por el fondo de Investigaciones Sanitarias del Ministerio de Sanidad. El robot, que cuesta 12.000 euros, lleva listo dos años, pero antes de utilizarlo los médicos han tenido que pasar controles éticos y mecánicos muy estrictos.
Las operaciones se han realizado en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria desde el 9 de junio. El centro encontró dificultades a la hora de contratar un seguro. Los primeros pacientes rechazaron ser los primeros en probar el aparato. La mayoría de las operaciones han sido de extracción de vesícula, aunque se puede utilizar en cualquier operación de abdomen en la que actualmente se utiliza la laparoscopia.
En el mercado existe algún robot parecido (ninguno español), pero su coste es 20 veces mayor. Muñoz apunta que los algoritmos usados permiten que el aparato sea muy sencillo de manejar. El robot se enciende con un botón y no necesita ningún ordenador.
El grupo de Vara y Muñoz patentó hace un año la máquina y publicaron el desarrollo en la revista Surgical Laparoscopic and Endoscopic. Antes que en humanos, los investigadores han utilizado el robot en cerdos y otros animales. Vara tuvo que leer un capítulo de El Quijote ante la máquina para que reconociera su voz. El cirujano afirma que lo realmente importante del aparato es la posibilidad que abre dentro de la rama conocida como telecirugía: "Llevamos hechas, sólo en Málaga, 4.600 operaciones con laparoscopia, así que la cámara no es estrictamente necesaria. Pero lo bueno es que nos permite seguir en la vanguardia en la telecirugía aunque esté en pañales". La telecirugía es, según Vara, una de las puertas abiertas para la innovación de la medicina: "Se trata de poder operar y dirigir las operaciones a distancia, con un cirujano en León y otro en Vancouver".
El grupo seguirá operando en Málaga con el robot y ya prepara un prototipo más avanzado que facilite el envío de las imágenes en tiempo real a través de Internet. Además, según Muñoz, ya ha contactado con alguna empresa multinacional especializada en tecnología médica para dar el salto a producirlo de forma industrial. Y sin manos.
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