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Asesinado en Irak el segundo alto cargo del Gobierno en 24 horas

Mueren 12 personas al estallar un coche bomba cerca de una base estadounidense

Lo dijo el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell: "Será difícil proteger a todo el Gobierno". La realidad le da la razón. Ayer fue asesinado en Bagdad Kamal al Jarrah, responsable del departamento de relaciones culturales del Ministerio de Educación. Es el segundo alto cargo del nuevo Ejecutivo muerto en 24 horas. Poco después, 12 iraquíes perdieron la vida en la explosión de un coche bomba cerca de una base estadounidense.

Los mandos militares de EE UU en Irak están convencidos de que la insurgencia incrementará sus ataques antes y después del 30 de junio -fecha prevista para el traspaso de poder- con el objetivo de complicar la transición política y desacreditar a las nuevas autoridades. Al Jarrah fue tiroteado ayer en el jardín de su casa delante de su mujer en el oeste de Bagdad. Este asesinato se produjo 24 horas después de otro atentado similar, cuando unos desconocidos mataron a Basam Kubba, número dos del Ministerio de Exteriores. Unos días antes, el segundo del Ministerio de Sanidad, Ammar Safar, sobrevivió a un ataque.

Pocas horas después del atentado contra Al Jarrah, la resistencia intentó atacar un cuartel estadounidense en el sur de Bagdad. La policía iraquí detectó a tiempo la presencia de una furgoneta blanca sospechosa que circulaba a gran velocidad. Cuando trataron de interceptarla, la furgoneta explotó causando la muerte a 12 personas, cuatro de ellas policías, y heridas a 13 civiles. Al menos ocho vehículos se vieron afectados. En otro incidente, un soldado estadounidense perdió la vida y otros dos resultaron heridos al hacer explosión una bomba artesanal colocada junto a una carretera y al ser alcanzados por disparos de armas ligeras cerca de Taji, al norte de Bagdad.

Por otra parte, según el diario The New York Times, la aviación estadounidense cometió muchos más errores de los admitidos en el inicio de la guerra en Irak, en marzo de 2003. Según el diario, hubo 50 bombardeos fallidos contra funcionarios del régimen que causaron muchas bajas civiles. Las fuentes indican que el fracaso de esos ataques aéreos fueron el resultado de una ineficaz labor del espionaje.

Una mujer llora ante el cadáver de su hijo, fallecido en el atentado de ayer en Bagdad.
Una mujer llora ante el cadáver de su hijo, fallecido en el atentado de ayer en Bagdad.REUTERS
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