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Reportaje:

Reestructuración azucarera a la vista

El objetivo es que ninguna planta del sector produzca menos de 100.000 toneladas

Las últimas dos décadas han sido escenario de un proceso de reconversión y reestructuración azucarera. Hoy, según el secretario general de Agricultura, Fernando Moraleda, se pretente continuar ese proceso con la mirada puesta en mantener el cultivo y en lograr una mayor competitividad. La producción mínima de 100.000 toneladas por fábrica es el principal objetivo.

Sobre un total de más de 20 plantas en la década de los ochenta, en la actualidad sólo permanecen abiertas 11 fábricas, de las que 8 corresponden al grupo Ebro Puleva, dos a la cooperativa Acor y otra a Azucareras Reunidas de Jaén (ARJ).

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Tanto en el marco de la actual regulación en el sector del azúcar como en la que se apruebe en el futuro, la competitividad del sector agrario y de las industrias constituye el principal reto para hacer frente al azúcar de otros países comunitarios y a las importaciones desde terceros países.

En el caso del sector agrario, en las últimas campañas se ha dado respuesta parcial a ese objetivo con mejora en el uso de semillas y unas producciones que han llegado a superar los 10.000 kilos de azúcar por hectárea, una cifra por encima de la media comunitaria. La producción de azúcar se ha ido concentrando y especializando en al zona del Duero, parte de Castilla-La Mancha y Andalucía en el entorno de las plantas, lo que supone una fuerte reducción de costes.

Sin embargo, la reestructuración no se ha culminado en el sector industrial a pesar de los procesos de concentración empresarial y los cierres de plantas que se han producido consecuencia de las fusiones de Ebro con Compañía de Industrias Agrícolas y finalmente con Sociedad General Azucarera. Este próximo proceso de reestructuración se pretende desarrollar en el marco de las 30.000 toneladas de azúcar que debe ceder el grupo Ebro por la autorización para su fusión en 1998 con Sociedad General Azucarera.

Agricultura no quiere una simple cesión de esa cantidad al resto de los grupos, sino el desarrollo de un debate con el conjunto de las empresas para tratar de dejar un sector con plantas con una molturación mínima de 100.000 toneladas. En esta línea, en los últimos años el grupo Ebro ha sido el más activo en los procesos de cierre de reestructuración. Según los datos manejados por el grupo, desde 2001 ha destinado 118 millones de euros para mejoras en los mercanismos de productividad de las industrias, cifra a la que se suman otros 85 millones de euros consecuencia de los cierres en 2003 de las plantas de Benavente y Monzón.

Consecuencia de esta política, en la campaña 2002-2003, en el grupo había ya tres plantas, Toro, Guadalacín y Guadalate, con una producción muy superior a las 100.000 toneladas, mientras Ciudad Real, con una producción que no llega a las 40.000 toneladas, estaría abocada al cierre.

En el caso de Acor, con una planta de casi 150.000 toneladasr en Olmedo, debería cerrar su fábrica de Valladolid, con una producción de 34.000 toneladas

ARJ, en Jaén, con una producción de 41.000 toneladas en la campaña de verano y 44.000 en la de invierno, superaría las 100.000 toneladas con la compra de planta y cuota de la fábrica de Ebro en Ciudad Real.

Fernando Moraleda, secretario general de Agricultura
Fernando Moraleda, secretario general de Agricultura

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