Miles de libros errantes
La Biblioteca General de Navarra suma ya tres ubicaciones fallidas y queda relegada al extrarradio de Pamplona
Del solar más caro de Pamplona hasta el extrarradio de la ciudad. La Biblioteca General de Navarra, uno de los proyectos culturales más necesarios de la región, se ha convertido en una dotación errante que suma ya la promesa de tres ubicaciones fallidas y cuya construcción se demora de forma permanente.
El pasado 1 de junio, el Gobierno navarro y el Ayuntamiento de Pamplona anunciaron que la Biblioteca General de Navarra, un proyecto que costará al menos veinte millones de euros, ocupará un solar dotacional de Mendebaldea, un barrio del extrarradio de la ciudad en el que se plantean construir otras dotaciones culturales, como el nuevo Conservatorio Superior de Música de la región o la sede permanente de la orquesta Pablo Sarasate.
El nuevo solar para el edificio se encuentra a unos cinco kilómetros del centro urbano
Las administraciones implicadas aseguran que éste va a ser el lugar definitivo, pero postergan hasta junio de 2007 la fecha prevista para el inicio de unas obras que parecen no llegar nunca.
Años atrás, esta importante dotación iba a levantarse en el solar de Intendencia, en pleno centro de la ciudad, un espacio que mira cara a cara al Baluarte obra de Patxi Mangado y en el que El Corte Inglés está construyendo actualmente de forma acelerada uno de sus gigantescos centros comerciales.
Desplazada de ese solar por la primacía del interés comercial (El Corte Inglés pagó al Ayuntamiento 23,5 millones de euros en la subasta del suelo), el consistorio apostó por construir la biblioteca en otra zona del casco histórico de la capital navarra, necesitado de una revitalización cultural, y eligió un modesto colegio, San Francisco, para levantar en su solar un moderno edificio basado en el proyecto que ganó en 2001 el concurso de ideas, obra de los arquitectos catalanes Ferrer Sala, Juan Cerdán y José María Ferrer.
La alcaldesa, la regionalista Yolanda Barcina, presentó en mayo de 2001 el diseño, un edificio elevado bajo el cual se creaban viales cubiertos que se convertían en originales calles peatonales. Tras pagar 36.000 euros por el diseño del proyecto, todo se quedó en agua de borrajas debido a la imposibilidad de trasladar a los escolares del centro San Francisco, que en los últimos años ha visto crecer geométricamente las matriculaciones por la fuerte emigración. La biblioteca, de nuevo, quedó vencida por las circunstancias y la imprevisión de los gestores públicos.
Tres años después, Barcina y el presidente foral, Miguel Sanz, han acordado que la Biblioteca General, que acogerá miles de volúmenes, se construya en un solar de Mendebaldea, un barrio situado a unos cinco kilómetros del centro urbano.
Las instituciones regidas por UPN prometen que esta infraestructura será una realidad en 2011 y que albergará también la Filmoteca de Navarra, el depósito legal, el fondo antiguo, la hemeroteca, secciones de libro infantil y juvenil, administración, préstamo interbibliotecario y la gestión de la red de bibliotecas de la comunidad, entre otros servicios. El Gobierno foral financiará las obras después de que se desenrede la maraña de desafecciones de solares que hay que enmendar y se aclare el embrollo administrativo de cesiones necesario para sacar un nuevo concurso de ideas y adjudicar las obras.
A fecha de hoy, las máquinas construyen los sótanos de El Corte Inglés en la futura milla de oro de Pamplona, un solar propiedad del Ejército hasta 1971, año en que se cedió el Ayuntamiento pamplonés con la condición de que se destinase a "fines de utilidad pública". El actual equipo de gobierno se encargó de transformar en usos comerciales aquel destino a través del convenio firmado en 2000 con los gestores de la propiedad militar, que se garantizaron a cambio un 16% del valor que el suelo, 3.528 metros cuadrados, obtuviera en la subasta. Cuando El Corte Inglés abra sus puertas, la Biblioteca General seguirá siendo aún una promesa intangible relegada a un extremo de la ciudad.
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