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CUMBRE DEL G-8

El G-8 pide el fin de las matanzas en Sudán y pone en marcha un cuerpo de paz africano

Los grandes se proponen entrenar a 75.000 soldados para los conflictos de la región

George W. Bush y sus colegas del G-8 se hicieron ayer la foto de rigor con los presidentes de seis países africanos (Argelia, Ghana, Senegal, Nigeria, Suráfrica y Uganda) y después pasaron a celebrar un almuerzo para analizar los planes de la región. El G-8 se propone entrenar un cuerpo de paz africano para que intervenga como mediador en los conflictos de la región. "África es el objetivo inmediato. La idea es que nadie mejor que los africanos puede mediar en sus propios países", dijo un asesor de la UE a este periódico. Los líderes pidieron a Sudán que frene las matanzas y el desastre humanitario.

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El plan consiste en formar 75.000 hombres en cinco o seis años. La idea en la que vienen trabajando estos seis países africanos y el G-8 se remonta a la cumbre de Kananaskis, Canadá, en junio de 2002. En mayo, la Unión Africana firmó un protocolo en el que se subraya la responsabilidad de estos países en el mantenimiento de la paz y la seguridad, en el contexto de colaboración con el G-8. "Es la primera vez que el G-8 ha asumido una promesa como ésta, la de entrenar y equipar una fuerza de paz autóctona. De aquí a un año deberemos sentar la base logística para que este embrión de cuerpo de paz pueda enviar a sus miembros desde un país a otro", explicó un alto cargo norteamericano.

En este programa, Italia está jugando un papel activo como copatrocinador. Los italianos ya han instalado en su país un centro de entrenamiento. Los norteamericanos defienden esta idea como un ejemplo más de la visión de su presidente. "Esta iniciativa, que se enmarca en el proyecto Nueva Asociación para el Desarrollo de África, procede de la visión que tiene del mundo el presidente Bush, según la Estrategia de Seguridad Nacional, que promueve un mundo mejor y más seguro. Esta iniciativa es un nexo entre estos dos objetivos", dijo un asesor de Bush.

Bush también insistió ayer en los tres objetivos de su política para África, a saber: el programa de emergencia de la Administración norteamericana contra el sida, de 15.000 millones de dólares; el plan para el Milenio y la ley para el Crecimiento y la Oportunidad, y tercero, el fomento de la estabilidad.

Los líderes del G-8 hicieron también un llamamiento al Gobierno de Sudán para que desarme a las milicias árabes responsables de violaciones de derechos humanos en la región de Darfur, al oeste del país. "Solicitamos a todas las partes del conflicto respetar de forma inmediata y total el cese al fuego, permitir el acceso humanitario libre de obstáculos a todos los que lo necesiten y crear las condiciones para que los desplazados regresen de forma segura a sus hogares", afirmó el G-8.

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