En valenciano, para que se entienda
García Gasco critica el laicismo académico en la presentación de la misa del siglo XIV editada por la Universitat y el Arzobispado
La peste negra asoló Valencia a mediados del siglo XIV. Afectó a la mayoría de la población. "Probablemente por ello, el obispo se viera en la necesidad de ordenar sacerdotes a algunas personas cuyo conocimiento del latín fuera deficiente", comentan los autores del estudio y encargados de la edición del libro La traducció valenciana de la missa del segle XIV. Estudi i edició de la versió de Guillem Anglés, el profesor de Teología Xavier Serra, y el profesor de Filología, Antoni Ferrando. Se ha producido en facsímil esta joya de la literatura religiosa y de la filología editada por la Universitat de València y el Arzobispado de Valencia, en colaboración con la Acadèmia Valenciana de la Llengua.
De modo que el sacerdote dominico valenciano Guillem Anglés, que impartía clases de Teología en el aula capitular de la Catedral de Valencia, hoy Capilla del Santo Cáliz, decidió sobre 1360 instruir a los sacerdotes sobre la liturgia católica con una traducción al valenciano para facilitar la comprensión de los textos latinos del misal, aunque nunca fue utilizado en las celebraciones.
Durante la solemne presentación del libro, que tuvo lugar ayer en el Colegio del Patriarca de Valencia, el arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco incidió precisamente en la importancia de que el clero "entendiera" lo que estaba transmitiendo. Lo dijo después de aprovechar la presencia del rector de la Universitat, Francisco Tomás, para aludir a cuestiones más terrenales y políticas que espirituales. Señaló que "la Iglesia siempre ha llevado la Universidad en el corazón y en las manos", pero hubo "una ruptura" entre ambas instituciones, lo que generó que en la Iglesia llevara la Universidad en el corazón pero "no en las manos", apostilló. A continuación, García Gasco mencionó la "concepción laicista" de la institución académica, y añadió que "tiene oculta una ideología que probablemente no puede servir a la sociedad". Sus referencias iban dirigidas presumiblemente a anterior etapas y también a justificar la creación de la propia universidad privada del Arzobispado, San Vicente Mártir. Para no salirse mucho del guión, García Gasco saludó la colaboración del libro y el acto conjunto como un ejemplo del advenimiento de unas "nueva etapa" en las relaciones entre el Arzobispado y la Universitat de Valencia.
Se produjeron miradas entre los numerosos profesores universitarios que asistieron al acto que por lo demás discurrió dentro de los cauces académicos y no políticos, previstos. Antes, el rector Francisco Tomás había recordado que con la cuidada edición del libro de Guillem se venía a rendir un último homenaje al papa Alejandro VI que sancionó con una bula la creación de la institución en 1501.
El decano emérito Ramon Arnau realizó un sucinto análisis teológico de las fuentes del dominico y de su obra, que elogió como una joya de un gran "valor documental". Rememoró la figura del papa Roderic de Borja (Alejandro VI) que, si bien "se dejó llevar por la pasión" como por otro lado era habitual en la época, fue "un papa con clara conciencia de sus responsabilidades".
Xavier Serra y Antoni Ferrando recordaron cómo coincidieron hace 10 años en el estudio del misal de Anglés, guardado en el Archivo de la Catedral, y cómo iniciaron una fructífera colaboración basada en el "rigor y en el entusiasmo". Serra comentó que se estudiaron los primeros intentos de romanización del misal durante la Edad Media para informar a los clérigos. El más antiguo es el de Anglés junto a una parte de Las Partidas, de Alfonso X, el Sabio. Ferrando indicó que en el texto de Anglés se singulariza una de las escasas muestras de traducciones del canon litúrgico al romance antes del siglo XX "porque explica en vulgar cada una de las palabras del texto". Anglés elaboró un texto destacable por su "dignidad lingüística y por su gran precisión conceptual".
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