'Madrid en guerra' descubre las apasionadas crónicas del horror

Apasionadas y partidistas se desvelan las crónicas periodistas escritas sobre Madrid durante la Guerra Civil que el historiador Josep Maria Figueres ha seleccionado y recopilado en Madrid en guerra (Destino). Fueron escritas al pie de las trincheras de esa cruenta batalla que se libró en la capital de España, y sus autores llegaron a implicarse en lo que defendían de tal manera que en algunos casos empuñaron el fusil.

"Se aminora el fuego de la artillería fascista; en este momento, avanzamos por entre las casas del alto del barrio, en dirección a los campos de Villaverde Bajo. Los alambres de la conducción eléctrica que cruzan el campo batidos por el aire suenan asemejando la voz gangosa de una radio". El texto pertenece a la crónica La guerra en las trincheras de Madrid, de Mauro Bajatierra, fechada el 8 de noviembre de 1936. Los cronistas de uno y otro bando se implicaron hasta tal punto que a Bajatierra le costó la vida y a Eduardo de Guzmán, la cárcel.

Madrid en guerra. Crónica de la batalla de Madrid, 1936-1939 reúne las crónicas de ocho periodistas que demostraron su calidad literaria en cada uno de sus escritos. Cinco pertenecieron al bando republicano con distintas formas de militancia: Jesús Izcaray, Eduardo de Guzmán, Clemente Cimorra, Mauro Bajatierra y Eduardo Zamacois. Y tres al bando franquista: Manuel Sánchez del Arco, Alberto Martín Fernández (Juan Deportista) y Víctor Ruiz Albéniz, que firmó con el seudónimo de El Tebib Arrumi y fue el abuelo del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

El profesor Josep Maria Figueres dijo ayer durante la presentación del libro en Madrid que "las crónicas de un lado y otro son convergentes desde la oposición. Del lado franquista, se exalta la caballerosidad, la fe, la cultura, frente a un enemigo que se ve como una horda desgreñada y salvaje. Del lado republicano, se exaltan valores de solidaridad, honradez, trabajo y justicia social, frente al parasitismo de los señoritos de enfrente". Después de haber analizado miles de documentos a lo largo de tres años, el autor del libro asegura que en ambos bandos se exalta "el valor frente a la cobardía" y que "los republicanos se consideran más españoles que los nacionales".

Josep Maria Figueres llega a la conclusión de que ninguna de las crónicas que figuran en el libro es neutral y que "los autores ponen su mejor empeño literario para llegar al lector, pero también toda su tendenciosidad". "Los mil trescientos seis muertos que yacen en lo que fueron trincheras rojas de Ciempozuelos, y hoy es inmenso cementerio marxista, dan fe de las proporciones del éxito logrado", escribe El Tebib Arrumi en una de sus crónicas.

El escritor Andrés Trapiello dijo ayer que el libro de Figueres ofrece, por un lado, "lo más limpio de la guerra" y, por otro, "la intercambiabilidad de la retórica" -algo que ambos bandos utilizaban para ganar la guerra-. Trapiello explicó que mientras en la capital tenía lugar en ese momento "la parte más sucia con checas y persecuciones", la batalla de Madrid se desarrolló en el cerco, en el cinturón de la ciudad. La recopilación de las 200 crónicas es, según el autor, "un homenaje de la pluma a la pistola".