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PANTALLA INTERNACIONAL

Más de tres millones de franceses han copiado películas de la Red en 2004

El Centro Nacional de la Cinematografía no cree que el pirata sea un cliente perdido

Más de tres millones de franceses han pirateado en los seis meses de 2004, a través de Internet y de manera ilegal, algún largometraje. Esos tres millones representan apenas el 19% de los internautas galos, el 41% de los cuales confiesa haber visto en su casa alguna película sin abonar derechos a nadie. En realidad, sólo un 4% de los internautas consultados admite haber pagado para adquirir una película. De los títulos pirateados este año, ha sido Les choristes, de Christophe Barratier, que han visto en sala seis millones y medio de franceses, el más copiado desde su estreno en enero de este año.

El Centro Nacional de Cinematografía (CNC) francés ha propiciado la elaboración de un estudio sobre la cuestión. El tema preocupa, pero el CNC quiere evitar decisiones drásticas copiadas del Sindicato Nacional de la Edición Fonográfica (SNEP) que se ha lanzado a una guerra frontal contra los piratas, intentando aplicar una legislación que contempla penas de hasta tres años de cárcel y multas de hasta 500.000 euros para los infractores.

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El CNC sabe que el pirateo supone dinero perdido para los autores, productores, distribuidores y exhibidores, es decir, para artistas e industriales, pero también que de esa práctica -el pirateo- surge "una nueva cinefilia", una revalorización del visionado en sala ante "la imagen degradada de la copia pirata", así como una exigencia de mejor edición de los DVD con más bonus, entrevistas, montajes del director, metraje extra y demás. De alguna manera, el CNC constata que el pirata no es un cliente perdido para siempre para el cine o las tiendas de discos o DVD, y que, en un plazo breve, estará dispuesto a pagar para telecargar filmes y canciones si lo que le ofrecen es bueno.

No es ése el punto de vista de la SNEP, que denuncia que, cada día, se intercambian vía Internet y sólo refiriéndonos al mercado francés, un millón de filmes y más de 16 millones de canciones. La SNEP sostiene que "la piratería pone en peligro nuestra cultura y la creación musical", pero lo cierto es que EMI, el tercer grupo dentro del mundo del disco, ha reconocido que su volumen de negocio entre 2003 y 2004 sólo había retrocedido un 2,1% respecto al ejercicio anterior -un 1,4% si tenemos en cuenta la inflación-, y que su margen de beneficio seguía siendo del 11,8%. En definitiva, la situación de EMI dista mucho de ser desesperada, lo que no le impide despedir al 20% de su plantilla -en total, 1.500 personas- y rescindir el contrato del 20% de los artistas que tenía contratados.

Para los artistas, "la campaña de la SNEP es indecente e irresponsable", no tanto porque aproveche la coyuntura para proceder a reestructuraciones, sino porque aborda el problema "desde una lógica puramente represiva" que va en contra de la relación "entre el artista y su público" y desdeña considerar "soluciones innovadoras". Los artistas admiten que los CD o DVD son demasiado caros, que los editores no siempre aportan el plus que justificaría un sobreprecio y que hay que abrir las puertas a "nuevos modelos económicos".

Un fotograma de <i>Les choristes,</i> de Christophe Barratier.
Un fotograma de Les choristes, de Christophe Barratier.

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