La UE quiere que Solana sea ministro europeo de Exteriores

Los líderes de la UE intentan zanjar la próxima semana la designación del futuro ministro europeo de Exteriores y Javier Solana es "el único candidato", según aseguran personas que conocen con detalle los contactos entre los principales dirigentes de la Unión. En la cumbre de los próximos días 17 y 18, los jefes de Estado y Gobierno de los 25 propondrán a Solana que continúe en el cargo de Alto Representante para la Política Exterior de la UE.

Pero ahora debaten también la opción de aclarar pública y oficialmente en esa reunión que el político español será ministro de Exteriores el primer día que entre en vigor la Constitución europea, en teoría en 2007. Solana continuará hasta entonces como Alto Representante y secretario general del Consejo de la Unión, pero verá ampliadas sus competencias. Así, dará los primeros pasos para crear un Servicio Europeo de Acción Exterior, compuesto por altos funcionarios de las instituciones europeas y diplomáticos aportados por los Estados. Ese nuevo órgano europeo trabajará en coordinación y cooperación con los servicios diplomáticos de los Estados de la Unión.

Cuando entre en vigor la Constitución, y de acuerdo con el contenido de la misma, el ministro europeo de Exteriores se convertirá también en vicepresidente de la Comisión. Dado que en el próximo Ejecutivo comunitario, que iniciará su mandato en noviembre, sólo habrá un comisario por país, el nombramiento de Solana como vicepresidente supondría automáticamente la salida de la Comisión de Joaquín Almunia, hoy comisario de Asuntos Económicos y Monetarios. Hasta entonces, el Gobierno español intentará que sea Almunia quien ocupe una vicepresidencia del Ejecutivo comunitario.

La figura del ministro europeo de Exteriores constituye una de las principales novedades del proyecto de Constitución que los líderes se proponen aprobar en la citada cumbre en Bruselas. Según el proyecto, el ministro "estará al frente" de la política exterior y de defensa y presidirá el Consejo de Ministros de Exteriores.

El compromiso de los líderes sobre el futuro de Solana, ex ministro en varios Gobiernos del PSOE, también tendrá como consecuencia la eliminación de candidatos socialistas a la presidencia de la Comisión. Es el caso del comisario portugués António Vitorino.

Para ese puesto, el candidato más firme sigue siendo el primer ministro belga, el liberal flamenco Guy Verhofstadt, de 51 años, apoyado con fuerza por el eje franco-alemán, quien sólo tiene dos cuestiones en su contra: los recelos que despierta en Londres y Roma y los negativos resultados que las encuestas apuntan para las elecciones regionales del domingo en Bélgica. En el primer caso, el británico Tony Blair ve con temor las marcadas tendencias federalistas de Verhofstadt, su oposición a la guerra de Irak y su cerrado apoyo a una Europa de la Defensa independiente de la OTAN. En el segundo, las encuestas apuntan incluso la posibilidad de que Verhofstadt tenga problemas para seguir como primer ministro.

En teoría, la oposición de Londres y Roma no sería suficiente para descartar a Verhofstadt, ya que, por primera vez en la UE, el presidente de la Comisión será designado por mayoría cualificada, y no por unanimidad, aunque todos aspiran al consenso. Después, en julio, será el Parlamento Europeo el que tenga que ratificar o rechazar la designación. Otros candidatos mencionados desde hace semanas son el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, actual presidente de la UE, y el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker. Ambos han reiterado, como Verhofstadt, que no aspiran al cargo, pero falta saber su respuesta si los demás líderes se lo piden. Si para la cumbre de la semana próxima no hay un candidato claro, los líderes no descartan postergar días o semanas esa designación.

Entretanto, los dirigentes negocian también otros puestos a ocupar en la futura Comisión. Para poder gestionar ese colegio que estará compuesto por 25 comisarios, incluido el presidente, con otras tantas carteras, los países grandes pretenden que haya seis o siete vicepresidentes encargados de coordinar diferentes áreas: Economía (probablemente con dos áreas y vicepresidentes), Agricultura, Competencia, Mercado, Interior, Administración... Alemania ya ha dejado constancia de que quiere a su comisario al frente de una vicepresidencia que incluya el área de la industria y su candidato es Günter Verheugen, actual comisario de la Ampliación.