Zapatero asegura que abordará la reforma fiscal en la segunda parte de la legislatura

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en Ginebra (Suiza) que la reforma fiscal se abordará en la segunda mitad de la legislatura, como se había prometido en el programa electoral. Zapatero, que acudió a la conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se celebra en la ciudad suiza, eludió pronunciarse específicamente sobre las declaraciones del vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, de dejar intacta la actual tributación sobre las plusvalías (15%), aunque subrayó que hay mucho tiempo para establecer un debate sobre el contenido de la reforma.

El presidente del Gobierno empleó ayer la palabra compromiso para hablar de la reforma fiscal que constituyó uno de los ejes de su batalla electoral. Zapatero concretó ese compromiso, aunque sólo en lo concerniente a las fechas. "Como me gusta cumplir con la palabra, la reforma se hará en el segundo año de la legislatura", señaló Zapatero tras intervenir en la conferencia que celebra estos días la OIT en Ginebra. Aprobar la reforma fiscal en 2005 supondrá que los cambios se apliquen en los dos últimos años de la legislatura, 2006 y 2007.

Respecto a posibles cambios de contenido sobre la propuesta con que el PSOE concurrió a las elecciones, el presidente no quiso concretar: "Hasta el segundo año de la legislatura tenemos tiempo para debatir y hablar de la reforma fiscal", insistió Zapatero, que, pese a ser preguntado, no se refirió a las palabras de Solbes sobre un posible freno a la reforma de las plusvalías.

Zapatero hizo estas declaraciones tras pronunciar una conferencia ante la OIT en la que abordó los retos de la globalización y la necesidad de combinar la eficiencia económica y la justicia social.

El pasado martes, el ministro de Economía se mostró partidario, en un acto celebrado por el diario Cinco Días, de aplazar la reforma fiscal de las plusvalías prometida en campaña electoral y plasmada en el programa socialista. El PSOE propuso eliminar la tributación fija actual (el 15% independientemente de la cuantía y de las otras rentas del contribuyente) y establecer una tributación progresiva según la tarifa del IRPF, además de un mínimo exento para pequeños capitales.

El partido socialista convirtió este objetivo en uno de los principales ejes de su alternativa fiscal al PP, con el argumento de que era injusto que a iguales ingresos la tributación fuera diferente según procedieran del trabajo o del capital, con un claro perjuicio a los primeros.

Aunque el presidente del Gobierno no quiso entrar en contradicción con su vicepresidente segundo y ministro de Economía, ya se han producido divergencias entre responsables del Ejecutivo. Dentro del tema fiscal, el Gobierno recogía en su programa la reducción a un tipo del 1% en el Impuesto del Valor Añadido (IVA) para los bienes culturales (libros, discos....). Aunque la ministra de Cultura, Carmen Calvo, ha manifestado que la reducción se llevará a cabo, las competencias de la Unión Europea en esta materia han impedido aplicar la rebaja de este impuesto.

Constitucional

Además, el PSOE mantendrá el recurso ante el Tribunal Constitucional contra la reforma del IRPF realizada por el Gobierno del PP en 1998, según aseguró un portavoz parlamentario socialista. El recurso consideraba varios artículos de la nueva norma contrarios a los principios de igualdad, progresividad, capacidad económica y seguridad jurídica. En su desarrollo, se hacía una referencia concreta a la reforma de las plusvalías. Decía que el tratamiento era más favorable para los contribuyentes con más altos ingresos al establecerse un tipo fijo (primero en el 18% y luego en el 15%). Si las plusvalías tributasen según la escala general, pagarían proporcionalmente más los que más ingresos tuvieran, informa Luis Aparicio.

El mantenimiento de este recurso, uno de cuyos argumentos fue el trato desigual que se producía según el PSOE en la fiscalidad por plusvalías, choca con el anuncio de Solbes de que se mantenga el actual tipo único hasta que hay armonización en el seno de la UE.

Por otra parte, el programa electoral del PSOE sobre los horarios comerciales reducir de 90 a 72 horas el mínimo de apertura semanal y mantener en ocho las aperturas en festivos. Sin embargo, el ministro de Industria y Comercio, José Montilla, afirmó que el Gobierno establecería esas aperturas en festivo como mínimo, mientras Solbes es partidario de un mínimo de 12.