El nuevo borrador de resolución no otorga el poder de veto militar a Irak

EE UU y el Reino Unido presentaron anoche otro borrador de resolución sobre Irak -el cuarto en dos semanas- en el que se refuerza el reconocimiento de la soberanía del Gobierno y se plantea una "estrecha cooperación" entre este Gobierno y el mando de la fuerza multinacional. El proyecto no refleja la propuesta de Francia de dar autoridad -y capacidad de veto- a Bagdad sobre las operaciones de las tropas multinacionales. Sin embargo, la acogida del texto fue inicialmente positiva. Se espera que hoy mismo se someta a votación.

A última hora, la resolución admitió que los ministerios iraquíes tendrán la última palabra acerca de la participación de sus tropas en "operaciones ofensivas sensibles". Y se asegura que habrá coordinación en ese tipo de operaciones. Con estas matizaciones, fuentes diplomáticas apuntaban que Francia podría retirar sus reticencias.

El Consejo de Seguridad da la bienvenida a la nueva fase de transición a un Gobierno democráticamente elegido y expresa sus deseos de que acabe la ocupación, el 30 de junio, y de que "asuma la completa responsabilidad y autoridad un Gobierno provisional soberano e independiente". Pero, en su punto nueve, indica que el Gobierno iraquí solicita la presencia de una fuerza multinacional bajo mando unificado, y en el diez reitera -como en anteriores borradores- que esta fuerza "tendrá la autoridad para tomar todas las medidas necesarias que contribuyan al mantenimiento de la estabilidad y la seguridad". La novedad es que, en este punto, el texto remite a las cartas que se adjuntan: la del primer ministro, Ayad Alaui, y la del secretario de Estado, Colin Powell.

Alaui dice que Irak controlará su Ejército y su policía y que se harán todos los esfuerzos para garantizar elecciones libres y democráticas, pero que mientras haya fuerzas en Irak -"incluidos elementos extranjeros"- que se opongan, es necesario el apoyo de la ONU y de la fuerza multinacional. Habrá "estructuras que permitan que mi Gobierno y las fuerzas iraquíes asuman progresivamente la responsabilidad de la seguridad".

Y habrá "otros mecanismos de coordinación" con los mandos de la fuerza multinacional: un Comité de Seguridad Nacional, integrado por el primer ministro, el viceprimer ministro y los ministros de Defensa, Interior, Justicia, Finanzas y Exteriores, junto a asesores militares, de seguridad y del servicio de espionaje. Los mandos multinacionales estarán invitados a participar para asegurar la coordinación y la cooperación entre ambas partes. En cuanto a las "operaciones sensibles" se buscará "coordinación y consultas" y un marco de mutua comprensión de nuestra asociación estratégica", escribe Alaui. "Trabajaremos estrechamente con estos mandos en las próximas semanas para garantizar que tenemos ese marco estratégico acordado", añade, sin pedir específicamente el derecho de veto.

Powell confirma que el mando de las fuerzas multinacionales "trabajará en asociación con el Gobierno soberano de Irak, ayudando a mantener la seguridad al tiempo que reconoce y respeta su soberanía". El mando reconoce que las fuerzas iraquíes son responsables antes sus ministerios, dice Powell, que añade que habrá "coordinación con las fuerzas iraquíes a todos los niveles para conseguir unidad de mando en las operaciones militares que sean conjuntas" y para "lograr acuerdos sobre seguridad, incluidas las operaciones sensibles". Powell añade que la seguridad de Irak y la protección de las fuerzas incluyen "operaciones de combate contra grupos violentos, internamientos si es necesario y la búsqueda continua de armas que amenacen la seguridad de Irak".

Lo que Francia, con el respaldo de Alemania, quería, es que se incluyera en el texto de la resolución que "el Gobierno interino tendrá la autoridad sobre las fuerzas armadas y de seguridad iraquíes, y para decidir sobre su participación en la operaciones de la fuerza multinacional". Y que se requería el acuerdo de ese Gobierno "para las operaciones ofensivas sensibles", es decir, la posibilidad de vetar ciertas acciones militares. Lo que se incorpora en el preámbulo es "la importancia de que el Gobierno iraquí consienta la presencia de las fuerzas multinacionales y de la estrecha coordinación entre esas fuerzas y el Gobierno".

El embajador estadounidense ante la ONU, John Negroponte, dijo que el propósito de las cartas es "demostrar que la plena soberanía se respeta en las cuestiones de seguridad y que se establecerá un mecanismo para garantizar una cooperación estrecha en cuestiones sensibles".

En la resolución se mantiene que el mandato de la fuerza se revisará a petición de Irak o 12 meses después de que se apruebe, y que, en todo caso, expirará cuando culmine el proceso político (en principio, diciembre de 2005) o antes, si lo requiere el Gobierno. Una novedad -pedida por Rusia- es el punto cinco, en el que se invita a Irak a que considere la celebración de una cumbre internacional que respalde todo el proceso. Otra, planteada por España, Brasil y Chile, es "el derecho del pueblo iraquí a determinar su futuro político y a ejercer plena autoridad y control sobre sus recursos económicos y naturales". El bloque iberoamericano consiguió también que el punto siete precisara mejor el papel de la ONU a corto plazo y en la reconstrucción del Estado de derecho en Irak.