La financiación de los centros sanitarios
Ha habido en los últimos meses acontecimientos de impacto, de indudable repercusión histórica en el ámbito sanitario. Nos referiremos a algunos aspectos que consideramos relevantes.
El pasado 4-3-04, el director de Régimen Económico de la Consejería de Sanidad expuso las líneas directrices de la referida consejería en materia más allá de la económica en la sala de juntas del Hospital de Sagunt. Tiene relevancia el tema, dado que el referido señor puede considerarse el poder más importante de la actual consejería, después, claro está, del consejero, que no olvidemos ocupó el mismo cargo, no hace de ello mucho tiempo, antes de ser consejero de Hacienda. Habló del método retributivo: exclusivamente de la productividad, a la que dedicarán 12 millones de euros; de la financiación capitativa: asignando una cantidad por ciudadano y a cada área sanitaria le corresponden unos, siendo nulo el debate. El concepto de participación queda para las grandes declaraciones. Es típico en ésta forma de gobernar el sentirse con el nombramiento sabio, y por tanto no precisando de conocimiento de la realidad: el método es aquel que dice... "por la gracia de Dios".
En la Junta de Hospital del pasado 29-4-04 se distribuyó y se expuso el Acuerdo de Gestión que firmaron los directivos del Hospital y la consejería como si de un contrato se tratara.
A los directivos de las áreas sanitarias se les cita y reúne durante una hora el pasado 1-6-04, exponiéndoles las directrices de la consejería en materia fundamentalmente económica. Los días 1 y 2 de junio del 2004 son organizadas unas Jornadas de Mejora en el Hospital de Sagunt, impartidas por un señor de una consultora-auditora, al parecer de diferente procedencia que la de la consejería. Tal despliegue de medios podría pensarse que es muy alto y eficaz y nada más lejos; me explicaré: En general, cuando no se quiere o no se sabe abordar los problemas se recurre a éste tipo de acciones, que tienen de común:
-Primero: no ponen dinero. Yo no conozco ninguna acción que no requiera un gasto. Se me puede decir que por ejemplo se destinan a productividad 12 millones de euros. ¿Alguien ha dividido por todo el personal dependiente de la Consejería de Sanidad?, ¿a cuánto toca?, ¿cuánto se destina al congelado incremento salarial interanual? En definitiva, éste es el que cuenta. Se presenta como algo nuevo, cuando ya se aplicó hace más de 10 años, evidente y lamentablemente sin aleccionarse de los errores de entonces.
-Segundo: Se presentan como nuevas actuaciones que ya se intentaron, hace de ello más de 10 años, con el gran agravante de no aprovechar los fracasos y errores de aquel intento. Domina la estupidez de que era diferente partido el que gobernaba.
-Tercero: Cabría pensar que, otra vez, si se fracasa no pasa nada; nada más lejos; soy de la opinión que los conceptos se queman o invalidan y sinceramente creo que es lo que está ocurriendo.
-Cuarto: Soy de la opinión que hay que cambiar el sistema de distribución económica actual, soy muy escéptico en su logro. ¿Por qué?
La actual asignación económica a los centros se realiza por presupuestos, y cada año se aplica un incremento respecto al año anterior: con ello, si ahorras en algún epígrafe, al año siguiente dispones de menos dinero. La asignación presupuestaria se realiza, aplicando un incremento sobre lo asignado el año anterior; pudiendo tener dinero para un capítulo y nada para otros. Podemos estar ampliamente de acuerdo en que tal sistema hay que mejorarlo y mucho. Pero por lo antigo y eficaz durante mucho tiempo, el esfuerzo de mejora debe ser al menos correlativo: en la actualidad hay unos pocos señores que creen controlar el euro y encima están activamente de espaldas a los que determinan y determinaran el gasto en el sistema. A lo que hay que añadir una activa opacidad del sistema, generando una aniquilación de los sistemas de información que tan costosamente se estaban generando. En la actualidad se puede decir que no existe cultura en la organización que permita objetivar mediante datos la actividad sanitaria: El inefable consejero Farnós llegó a prohibir por escrito que se publicaran los indicadores, así como los datos básicos del plan de choque (listas de espera para operarse). De ello hace muy poco tiempo: si hubo actuación persistente de desprecio de los indicadores de la actividad ¿cómo se pretende que haya cultura de ello? Y son imprescindibles para racionalizar la gestión.
Entrando en temas más concretos:
-En la primera reunión de las descritas se dice como nuevo método de distribución financiera capitativa, esto es, asignar una cantidad de dinero por asegurado y distribuirlo por las áreas, evidentemente sin especificar cuánto. Se dice que es el más justo, acercándose a serlo si no se aplican potentes correctores: cabe simplemente pensar que no hay la misma cantidad de gente en un área que en otra, como tampoco cabe pensar que todas las áreas sanitarias necesiten los mismos servicios sanitarios: ¿dónde están los estudios previos? Por lo que es totalmente absurdo y poco riguroso decir que la asignación capitativa (euros/habitante) es la más justa tal como dijo varias veces el director general; dudo seriamente que se lo crea; otra cuestión es si puede decir otra cosa permaneciendo en el cargo: ¿qué sería del "modelo Alzira" con asignación capitativa a una empresa privada? Y ¿qué sería de los prometidos hospitales de 30 camas (???) para hacer en Llíria o el 2º de Dénia?
Lo considerado justo ha sido la Isocrona, que sencillamente significa el mismo tiempo de accesibilidad al sistema sanitario. Están ya inventados los métodos y modelos. Se dice también que con ello se mejora la competencia intercentros: qué manía en repetir la nefasta experiencia de la señora Thacher en Gran Bretaña: Soy de la opinión que hay que copiar, pero copiemos de los que les haya ido bien.
En referencia a la "factura sombra", tal como se decía entonces; ahora sólo cambia la terminología. Hace más de 12 años ya se hizo en éste hospital, y el director general lo sabe y lo debería de recordar. Como también se hicieron los costes de todas las enfermedades que fueron diagnosticadas en los enfermos hospitalizados, tal como se puede ver en la memoria de 1995 que se publicó, a pesar de la explícita (y documentada) prohibición del inefable consejero Farnós.
Se hizo una muy digna aproximación utilizando las URV de la AMA (Asociación Médica Americana).
Como quiera que "el traje" les viene grande, contratan una auditora-consultora para que les haga el trabajo. Y la referida consultora, como toda empresa, intentará sacar su parte y el tema no se resolverá: no están los elementos básicos en acción. Es lícito pensar que quizás lo que se pretenda sea ésto: lo intentamos, no lo conseguimos, hay que cambiar (no mejorar); es lo que se está haciendo introduciendo la gestión privada como la panacea, cuando no existe ninguna evidencia, nunca se ha demostrado, que sea mejor que la gestión pública. Se mire por donde se mire hay algunos temas (sanidad, justicia...) que deben ser de gestión pública: se imaginan un juez privado.
Manuel V. Pérez Martín, médico, es especialista en Sanidad Pública y Medicina Preventiva. Diplomado en Gerencia y Dirección de Hospitales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.