Mueren 13 iraquíes en un ataque contra una comisaría de policía
El ministro de Justicia iraquí anuncia la vuelta de la pena capital
Trece personas murieron y otras diez resultaron heridas en un ataque contra un puesto de policía de Musayeb, 50 kilómetros al sur de Bagdad, el sábado, según indicó el responsable del hospital de la ciudad. Según Sabá Salé, miembro de la fuerza de protección que vigilaba un depósito de gasolina situado frente a la comisaría, "siete hombres vestidos con uniforme de policía y armados llegaron en dos vehículos". "Entraron en la comisaría con paquetes que contenían bombas. Abrieron fuego y mataron a los policías que había en el interior y después siguieron disparando cuando salieron a la calle", señaló.
Sajad Hamza, otro testigo, indicó que su primo, que estaba dentro de la comisaría, recibió 12 impactos de bala. "Después de la masacre, pusieron cuatro cargas explosivas en la comisaría e hicieron explosionar tres, una después de otra, por control remoto", añadió.
En Nayaf la situación parecía normalizarse, mientras que en Tayi, al norte de Bagdad, morían en otro ataque seis personas -entre ellas dos marines- y más de veinte resultaban heridas. Un comunicado atribuido a un grupo liderado por el islamista jordano Abu Mussab al Zarqaui, ligado a Al Qaeda, reivindicó ese atentado con coche bomba perpetrado ayer a la entrada de una base estadounidense en Tayi. En Al Tuz, también al norte, un policía y un civil fallecieron a causa de un artefacto colocado en la carretera.
Por otro lado, dos polacos y dos estadounidenses de la compañía de seguridad Blackwater murieron ayer por disparos de la guerrilla contra sus dos vehículos, en la carretera que conduce al aeropuerto de Bagdad. Blackwater -encargada de la seguridad del administrador civil de EE UU en Irak, Paul Bremer- ya perdió a cuatro empleados a finales de marzo en Faluya por un ataque de la resistencia contra sus automóviles, que acabó con la mutilación de los cuerpos.
Por otra parte, el ministro iraquí de Justicia, Malek Dohane al Hassan, anunció ayer en Bagdad que el 30 de junio se va a restablecer la pena de muerte en Irak y que se aplicará en casos "muy precisos", señalando al ex presidente Sadam Husein. "Mucha gente me pregunta y para mí está claro: merece la pena de muerte", concluyó.
Ayer, un total de 335 prisioneros iraquíes eran puestos en libertad de la cárcel bagdadí de Abu Ghraib.
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