Los socialistas piden que dimita Concepción y que se rescinda el contrato de Inscanner

El PSPV analizará la adjudicación a Inscanner del contrato para practicar diagnósticos por resonancia a pacientes de la sanidad pública para determinar si existieron incompatibilidades, dada la relación del ex diputado del PP Luis Concepción con la empresa, y por ello, se ha de rescindir el contrato. Entre los años 2000 y 2008 está previsto que la empresa reciba un mínimo de 28,9 millones de euros de la Consejería de Sanidad. Además, la diputada socialista Encarna Llinares exigió a Concepción que dimita como concejal del PP en Alicante o que el alcalde, Luis Díaz Alperi, fuerce su salida tras mentir en las Cortes. "Un cargo público debe velar por la transparencia y la ética", comentó Llinares, "y no burlarse de las cortes"

La iniciativa del grupo socialista responde a una sentencia que señala que Concepción siempre mantuvo el control de esta firma, pese a afirmar lo contrario en las Cortes en 1999. De esta forma, el PSPV analizará las consecuencias que se deriven del hecho de que el Gobierno de la Generalitat, gestionado por el PP, concediera este contrato millonario a una empresa en la que tenía intereses directos Luis Concepción, por entonces diputado del PP. Llinares señaló que el equipo jurídico de su grupo estudiará las implicaciones de esta situación e incluso la posibilidad de declarar nulo el contrato.

Pero además del aspecto jurídico, Llinares abordó las "implicaciones éticas" del comportamiento del ex diputado. La responsable de sanidad del PSPV señaló que Concepción es "indigno de representar a los ciudadanos" tras demostrarse que mintió en las Cortes respecto a su vinculación a la empresa Inscanner. En 1999, el ex diputado del PP exhibió en el hemiciclo valenciano un documento con el que pretendía demostrar que sus hijos no tenían participaciones de la empresa, ya que se deshicieron de ellas antes de que él tomara posesión de su escaño. Entonces dijo que su sentido de la ética le llevó a separarse de la firma. Sin embargo una reciente sentencia que devuelve a sus hijos la titularidad de las acciones señala que éstos nunca llegaron a transmitir los títulos ya que los hijos "no eran los dueños materiales [de las participaciones] sino su padre".