La escalada del petróleo provoca un incremento de las gasolinas y fuerza a Iberia a subir tarifas
Descontento entre transportistas y agricultores por la negativa de Solbes a bajar impuestos
La escalada que registra el precio del barril de petróleo ya se ha trasladado al día a día de los consumidores. Iberia ha anunciado que va a establecer un recargo, según trayectos, de entre tres y 18 euros a los paquetes que vende a los touroperadores. Pero el impacto en los precios puede ser generalizado, según advierten otros sectores afectados. Sólo en mayo, los precios de los carburantes han subido entre el 5,8% (gasolina súper) y el 8% (gasóleo). Las subidas acumuladas desde diciembre superan el 14% en la gasolina sin plomo, el 13% en la súper y casi un 12% en el gasóleo de automoción.
El alza del precio del petróleo ha llevado a la compañía Iberia a establecer un suplemento sobre sus tarifas, aunque, de momento, sólo a la que aplica a los touroperadores para la elaboración de los paquetes turísticos, lo que representa sólo una pequeña parte de sus ventas. Según ha informado la compañía, el recargo para los vuelos nacionales y a Baleares será de tres euros por trayecto, de cuatro para los vuelos a Canarias y de cinco para los trayectos a Europa y a los destinos del norte de África. En cuanto al largo radio, las tarifas se incrementan en 18 euros por trayecto.
Entre las compañías que han establecido suplementos en las tarifas para pasajeros están British Airways, la escandinava Spanair, la australiana Qantas y la neozelandesa New Zealand. El coste del queroseno supone para las aerolíneas como media entre el 11% y el 15% del total de los gastos operativos.
Gasolinas disparadas
Y es que los precios de los carburantes se han disparado el mes pasado. A 31 de mayo, según datos del Ministerio de Industria, un litro de gasolina sin plomo costaba de media 90,9 céntimos de euro por litro; un litro de súper, 97,9 céntimos, y un litro de gasóleo de automoción, 77,8 céntimos.
Respecto al mes de diciembre, esos precios suponen una subida acumulada del 14,1% en la gasolina sin plomo, la de más consumo; un 13% en el caso de la gasolina súper y un 11,9% en el gasóleo de automoción.
Sólo en el último mes, las subidas han sido del 6,3% en la gasolina sin plomo, un 5,8% en la gasolina súper y casi un 8% en el gasóleo de automoción.
La escalada en los precios de los carburantes, que sigue a las fuertes alzas del petróleo en los mercados internacionales, ha desatado la alarma entre las asociaciones de consumidores y entre los transportistas. Desde el Gobierno, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes ha sido tajante: "Cada agente debe asumir su coste". Una forma escueta de adelantar que el Ejecutivo no tocará la fiscalidad de los carburantes para suavizar la subida.
Esa petición de rebaja de la fiscalidad, sin embargo, sí se defendió en el año 2000 por parte de un PSOE entonces en la oposición, alarmado por una escalada de precios que entonces llevaba al barril de crudo a rozar los 30 dólares. La petición la hizo el entonces portavoz de Economía y hoy ministro, Jordi Sevilla. Aquella alarmante subida de 2000 se tradujo en un aumento del 6,9% en el componente del grupo transportes del índice de precios (IPC). Fue, no obstante, un impacto atenuado debido a que, como en cierta forma ha venido sucediendo en los últimos meses, la fortaleza del euro frente al dólar (moneda de uso en el mercado del petróleo) ha servido de colchón en Europa a la fuerte subida de la materia prima. Desde enero de 2000, el euro se ha revalorizado frente al dólar en un 21,37%.
Las organizaciones agrarias han rechazado las declaraciones de Solbes. Según el presidente de Asaja, Pedro Barato, "Solbes no se entera de lo que es el campo, estamos soportando un incremento de costes de producción que el sector agrario, a diferencia de otros sectores, no puede repercutir en los precios finales, lo que supone pérdidas para la explotación". Asaja cifraba en 300 millones el incremento de costes desde junio de 2003 por los precios del gasóleo. Para UPA, la posición del ministro es negativa y precipitada, ya que, cuando menos, debería haber analizado el problema con los sectores afectados.
Consumidores
Desde las organizaciones de consumidores, José María Múgica, de OCU, solicita medidas para incrementar la competencia en el sector petrolero porque la liberalización emprendida en 2002 "ha sido pura palabrería". Antonio López, de Ceacu, pide "un gesto" a las petroleras para que no repercutan las subidas de forma inmediata y eliminar el "céntimo sanitario" de recargo que Madrid, Asturias, Galicia (y próximamente Cataluña) aplican en los carburantes.
Por parte de los transportistas, el portavoz de la Confederación Española de Transportes de Mercancías (CETM) señala que el impacto de las subidas "es tremendo" en el sector y advierte de que en su actividad "hay que trasladar" a los usuarios el aumento de costes de la misma forma en que lo hacen las petroleras.
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