El precio del crudo llega a un máximo en 14 años al dispararse a 39 dólares
El mercado teme una falta de abastecimiento tras los atentados terroristas en Arabia Saudí
La reacción del mercado petrolero a los atentados del fin de semana en Arabia Saudí no se hizo esperar ayer tras el festivo del lunes en EE UU y Reino Unido. En el mercado de Londres, el de referencia para el resto de Europa, el precio del barril brent se elevó más de dos dólares por barril hasta alcanzar a última hora de la tarde los 39,08 dólares. Una subida del 6% sobre el precio del pasado viernes que coloca tan preciado bien energético en su valor máximo en 14 años. En Nueva York hubo más de lo mismo, el precio se disparó hasta los 42 dólares y anotó su cotización histórica más elevada.
La explicación era una sola: el temor a que nuevos atentados en Arabia Saudí puedan en algún momento provocar la interrupción del suministro de crudo. La situación sería en cualquier momento grave, pero más lo es para la economía mundial si esta crisis se produce justo ahora, en pleno periodo de mayor consumo del año por las vacaciones en el hemisferio norte, en especial en EE UU, y en pleno proceso de recuperación económica de ese país norteamericano. Todas las condiciones están dadas para que Occidente tema de verdad una situación de escasez de hidrocarburos.
El Gobierno saudí insiste en que no hay peligro en el flujo normal de crudo a los mercados. La petrolera estatal saudí, la Saudi Aramco, ha informado de que la carga de crudo en los buques tanque en la zona de Jobar, donde fue el último atentado, está produciéndose con absoluta normalidad. Distintos analistas creen que Arabia Saudí puede llegar a estar produciendo ya más de 8,5 millones de barriles diarios, unos 200.000 más que hace un mes. Parte de este cálculo se deduce por la demanda de buques tanques por parte de los saudíes, que en las últimas semanas se ha incrementado significativamente.
En la reunión que mañana van a celebrar en Beirut Arabia Saudí y sus socios de la OPEP, muy probablemente se dé luz verde al aumento de la producción del cartel entre 1,5 y dos millones de barriles diarios desde la base de 23,5 millones. La iniciativa fue propuesta por Riad en la pasada cumbre celebrada en Amsterdam a finales de mayo y, aunque aún hay reticencias por parte de algunos miembros de la OPEP (en especial de Venezuela) a aumentar la extracción, la escalada de ayer bien puede "provocar" la unanimidad que el cartel requiere para aprobar sus medidas.
La decisión, según fuentes del mercado, ya está tomada si se tiene en cuenta que prácticamente Arabia Saudí es el único país que puede incrementar su producción entre uno y dos millones de barriles diarios en un periodo inferior a seis meses. Si los saudíes ya han comenzado a extraer más, significa que el incremento de producción es casi seguro. Además, el ministro de Petróleo saudí, Alí al Naimi, se comprometió, al margen de lo que decida el grupo, a que su país suministrará 9,1 millones de barriles diarios para finales de mes y, de ser necesario, a abrir la espita al máximo de su capacidad, que cifró en 10,5 millones de barriles diarios.
Además, debido a los costes de producción, el petróleo saudí es el único que realmente marca la diferencia en el mercado. Cuesta tan poco producirlo, unos tres dólares por barril, que es el único que puede desinflar considerablemente la escalada de los precios. Los demás tipos de crudo pueden tener el mismo efecto, pero con menor impacto y a más largo plazo, porque su coste de producción es más elevado.
Efecto del miedo
El problema es que al mercado no le preocupa la oferta, sino que el crudo llegue a "buen puerto". El temor se centra en que los ataques terroristas ahuyenten a los trabajadores extranjeros, unos 100.000 en Arabia Saudí, que mueven la industria petrolera y, en menor medida, otros sectores productivos del reino.
Los ataques van dirigidos hacia esta gente y su ausencia pondría tan en peligro el suministro como un atentado con explosivos sobre una instalación petrolera clave. De los tres ataques de mayo, el primero fue contra trabajadores del complejo petrolífero de Yanbu, el más importante del mar Rojo y el último contra trabajadores en Joba, zona petrolífera cercana al puerto petrolero de Ras Tamura, el mayor del mundo en este sector.
El ministro de Energía de Qatar, Abdullah Hamad Al-Attiyah, insistió en que todos sus homólogos de la OPEP están preocupados por el impacto del reciente atentado en los mercados internacionales, que acrecienta el miedo a cortes de los suministros y presiona las cotizaciones del petróleo al alza. Tras descartar que el ataque pueda afectar a los suministros, reconoció que un 25% del precio actual se debe al "miedo".
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