El Eurogrupo augura un menor crecimiento
Los ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) expresaron ayer en Luxemburgo su preocupación por las repercusiones del elevado precio del petróleo y auguraron una próxima revisión a la baja de las previsiones de crecimiento si la tendencia no se invierte pronto. La Comisión Europea previó en abril pasado que la eurozona crecería este año un 1,7%, pero con el cálculo de que el precio medio del barril fuera de 31,1 dólares, cuando ahora oscila entre 38 y 40. De mantenerse esta tendencia, la zona euro reducirá su crecimiento al 1,5%, mientras la inflación llegará al 2% en lugar del 1,8% previsto.
Los atentados en Arabia Saudí, el conflicto iraquí y un aumento de la demanda paralelo a recortes en la producción son los elementos que los ministros manejaron como los motivos de esta fuerte alza del precio del petróleo. El Ejecutivo comunitario ya ha elaborado un informe con los dos posibles escenarios: un alza del 25% (prácticamente la situación actual) para este año sobre el precio previsto y del 15% para 2005. Para la Comisión, la situación es "preocupante", mientras la presidencia actual de la UE, la irlandesa, reconoció que existe gran "inquietud".
Los ministros hicieron un llamamiento a la OPEP para que tome cartas en el asunto. "Confiamos en que también la OPEP se muestre interesada en que la economía mundial funcione", declaró el alemán Hans Eichel. El primer ministro y ministro de Economía de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, pidió a sus colegas una acción "coordinada y ordenada" para que no ocurra como cuando en 2000 se registró otra inesperada alza del crudo. Italia y Francia, entre otros, optaron entonces por bajadas unilaterales de impuestos en la UE a favor de los transportistas pese a las amenazas de la Comisión de abrir procedimientos.
Para evitar distorsiones similares, Juncker exigió a todos los reunidos un compromiso "sin fisuras" de que ningún país tomará ese camino. El vicepresidente y ministro español de Economía, Pedro Solbes, ya adelantó que él no lo hará. Solbes declaró ayer que no podrá evaluarse el impacto concreto de lo que ocurre hasta comprobar si la situación es "permanente o transitoria".
Fue también mayor coordinación, en este caso de las políticas económicas de los países de la UE, lo que pidió el ministro francés, Nicolas Sarkozy, quien propuso, por ejemplo, un armonizado impuesto sobre sociedades, que hoy oscilan entre cero en algunos de los nuevos países del club y más del 30% en Alemania o Francia. Sin embargo, los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) comprobarán en su reunión de hoy que aún existen graves problemas para que el 1 de enero entre en vigor el acuerdo de fiscalidad sobre el ahorro que empezaron a negociar en 1997. Para ponerlo en marcha, la UE firmó el mes pasado un acuerdo similar con Suiza, que conserva su sagrado secreto bancario, pero el Gobierno helvético argumenta ahora que apenas tiene tiempo para acomodar su legislación.
De otra parte, los ministros dieron ayer su visto bueno a las recomendaciones de la Comisión para que Holanda ponga fin el año que viene al déficit excesivo que sufre. El Ejecutivo comunitario lanzó hace un mes un procedimiento contra Holanda por incumplir el límite del 3% del PIB, cuando la Comisión prevé que acabará este año con el 3,5%, si bien puede reducir ese porcentaje con las medidas para rebajar el gasto público.
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