"En la literatura hay pasión, coraje, compromiso, controversia y peligro"
Si padece de jet-lag no se le nota: Matthew Pearl (Nueva York, 1975) no dejará de sonreír a lo largo de toda la entrevista, a pesar de las horas de avión para cruzar el Atlántico y de haber pasado la sofocante tarde del domingo firmando ejemplares en la Feria. Razones de alegría tiene, y de sobra: su primera novela, El Club
Dante, un thriller ambientado en Boston en 1865 con un asesino inspirado en La
divina comedia e intelectuales metidos a detectives, lleva vendidos más de un millón de ejemplares en Estados Unidos, se ha editado en 21 países y se la hermana con el boom causado en 1980 por El nombre de la rosa, de Umberto Eco.
"Me inspiré en su novela, así que me emociona la comparación", dice Pearl. Pero se apresura a marcar las diferencias: "Sus protagonistas eran ficticios; los míos son personajes históricos, y eso convierte los planteamientos iniciales en opuestos". Publicada por Seix Barral, El Club Dante está en las librerías españolas desde el 11 de mayo y ya va por la cuarta edición, lo que supone 30.000 ejemplares vendidos. Y Matthew, como es lógico, sonríe.
La trama responde a la sed de misterio: tres "brahmanes" de la sociedad bostoniana son brutalmente asesinados por un criminal que se inspira en los tormentos descritos por Dante en el Infierno. Sólo los miembros del Club Dante, intelectuales dirigidos por el Henry Wadsworth Longfellow y embarcados en la traducción del poema,
podrán detenerlo. "Para un best seller no hay recetas. Creo que mi novela se lee simplemente porque es una buena historia y porque demuestra que en la literatura ha habido pasión, coraje, compromiso, controversia y peligro. Cosas que asociamos, naturalmente, con el thriller".
Casi con pudor, Pearl (licenciado en Literatura Inglesa y Norteamericana en Harvard, y en Derecho en Yale) confiesa que la idea de ser escritor nunca estuvo en sus planes. "Fue la novela la que me encontró a mí. Me había especializado en Dante y había allí una buena historia que contar". Trabajó tres años y medio en el libro, documentándose y escribiendo. Lo más difícil fue imaginar los asesinatos: "No soy nada escabroso y había que estar a la altura de los castigos imaginados por Dante". Pearl prepara ahora su segunda novela: "Otro thriller que explora cómo dramatizar la historia de la literatura".
Pregunta. ¿Cómo surgió la idea de convertir el Infierno en el corazón de un thriller?
Respuesta. Yo quería escribir una novela que involucrara a los miembros del Club Dante, intelectuales del siglo XIX con una amistad y una vida muy coloridas que compartían la pasión por Dante: Longfellow, Holmes, Lowell... Pensé entonces en hacer lo que Dante había hecho: escribir una historia sobre un viaje a la otra vida. La Odisea y la Eneida ya lo habían planteado, pero Dante fue el primero, y eso lo hace único y eterno, en concebir ese descenso al infierno protagonizado no por soldados o héroes, sino por dos poetas: Virgilio y él mismo.
P. La novela refleja, además, los roces causados por el encuentro de dos culturas: la europea católica y la americana protestante.
R. Creo que esa relación sigue siendo problemática. Aún hoy creo que la cultura católica sigue viéndose como algo extraño y ajeno en EE UU. En cuanto a Dante, durante muchos siglos su obra protagonizó distintos choques culturales, en España incluso. España fue el primer país en traducir a Dante y abrazarlo, pero le dio la espalda cuando el mundo protestante lo reivindicó al advertir que en la Comedia Dante había mandado a muchos papas católicos al infierno.
P. ¿Temió que la historia se tragara a la ficción?
R. No me propuse inventar ni reinventar, sino ver cómo podía reaccionar la historia ante la inclusión de ciertos elementos de ficción. La historia de la novela en cierto modo es una reflexión sobre la traducción. Normalmente, la consideramos favorablemente, pero cuando se piensa, puede llegar a ser violenta. Puedes matar un libro o mejorarlo. Mientras los miembros del Club Dante traducen el Infierno, otras fuerzas convierten el poema en violencia y sangre. No deja de ser paradójico que el libro se haya traducido a idiomas que no puedo leer.
Babelia
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