El alcalde de Sevilla urge a San Fernando y El Monte a relanzar su fusión "cuanto antes"

La fusión de El Monte y San Fernando lleva ya cuatro años sobre el tapete político y financiero, un proceso lleno de acelerones y frenazos que en los últimos doce meses apenas ha avanzado. En este tiempo, las cajas sevillanas, como el resto de entidades, han realizado una obligada renovación de sus órganos de gobierno. Además, San Fernando, y en los próximos días El Monte, afrontan cambios profundos en los equipos directivos heredados de la anterior etapa. El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, que también es consejero de San Fernando, admite que esa "doble renovación" ha retrasado de nuevo "todo el proceso". Pero aboga por dar ahora "el impulso político definitivo" a una fusión que, según el alcalde, debe hacerse "bien y cuanto antes".

Sánchez Monteseirín (PSOE) es un firme defensor de la fusión. En 2001, se reunió con Isidoro Beneroso y Juan Manuel López Benjumea, los anteriores presidentes, para conocer su proyecto, pese a que ese proyecto motivó un duro enfrentamiento con la Junta por la intención de Beneroso y López Benjumea de saltarse una convocatoria electoral. Con los actuales presidentes, José María Bueno Lidón (El Monte), y Alfredo Pérez Cano (San Fernando), el alcalde se entrevistó en plena campaña de las municipales de 2003, lo que le valió las críticas del resto de partidos. En aquella cita, Bueno Lidón y Pérez Cano le presentaron el resultado de seis meses de trabajo de 11 comisiones para profundizar en el proyecto común al que ya dieron nombre: Guadalcaja.

"Sigo pensando que la fusión es imprescindible para Sevilla, su área metropolitana y esta parte de Andalucía", declaró Sánchez Monteseirín a este periódico. "El desarrollo no espera, en Sevilla y su zona de influencia va a haber una gran transformación económica, hay grandes proyectos aeronáuticos, portuarios, industriales como el de Renault, de renovación de la planta hotelera, además de la construcción de miles de viviendas", enumera el alcalde. "Eso requerirá de un instrumento financiero potente, o lo hacemos nosotros, o lo harán otros", concluye Sánchez Monteseirín.

Hace un par de semanas, el alcalde se volvió a entrevistar, por separado, con los presidentes de ambas entidades. "El proyecto está bien orientado, pero se necesita un impulso político definitivo", insiste Sánchez Monteseirín. Además del reinicio de los trabajos técnicos, el primer edil propuso a ambos presidentes la creación de una comisión negociadora "en la que estén integrados representantes de las distintas instituciones que se sientan en los consejos de administración" de las dos entidades. El alcalde hispalense cree que esa comisión podrá reunirse una vez que El Monte solucione el relevo de su equipo directivo: Bueno Lidón busca estos días un nuevo director general para una reestructuración que deja fuera al actual director general, Juan Pedro Álvarez y al director general adjunto, Alberto Alonso. Monteseirín se dice "optimista", pero hay varias cuestiones que dificultan el proceso.

- Nuevos equipos. Un tercio de los vocales de los consejos de administración estrenan cargo. El director general de San Fernando lleva medio año en el puesto, y El Monte está a punto de cambiar al suyo. Ambas cajas estiman que las nuevas estructuras necesitan aposentarse antes de reactivar la fusión, una decisión que postergan a después del verano. Ninguna de las dos ha sido especialmente veloz en concluir estos cambios. San Fernando fue la última entidad andaluza en adaptar su Consejo de Administración a lo exigido por la Ley Financiera y El Monte ha tardado más de dos años en cambiar el equipo directivo que legó Beneroso.

- Límite de mandatos. La Ley Financiera establece que los consejeros sólo podrán estar dos mandatos seguidos en los órganos de gobierno. Ambas cajas eligieron mandatos de seis años. En el momento en que se apruebe la fusion, se agotaría el primer mandato. Luego, la ley establece un periodo provisional de dos años. A consultas de las cajas, la Junta aclaró que ese periodo contaría como segundo mandato. Es decir, que los consejeros y los presidentes tienen un motivo para no tomar una decisión que pone fecha a su salida. Al igula que los renovados equipos directivos, dado que la unión obligaría a dejar fuera a varios ejecutivos.

- Pacto laboral. En teoría, dentro del importante trabajo técnico ya realizado destaca el acuerdo laboral, ya que sólo habría que actualizar el pacto ya alcanzado en la anterior etapa, dado por bueno por las fuerzas que auparon a los actuales presidentes, el PSOE y CC OO. Sin embargo, ahora UGT, que se descolgó del pacto laboral por no aceptar la representación que se le asignó en la negociación, quiere participar en el nuevo acuerdo.