El proceso contra el magnate Jodorkovski comienza en Moscú
El hombre más rico de Rusia, acusado de fraude y evasión fiscal
El proceso contra Mijaíl Jodorkovski, ex jefe de la petrolera rusa Yukos, comenzó ayer a puerta cerrada en un tribunal de Moscú, aunque la sesión fue suspendida hasta el 8 de junio después de que el Ministerio de Recaudación de Impuestos pidiera más tiempo para estudiar el expediente. Jodorkovski, el hombre más rico de Rusia, con 15.200 millones de dólares, según la revista Forbes, fue encarcelado el pasado 25 de octubre.
Al magnate se le acusa de varios delitos, que en parte habrían sido cometidos en la década de los noventa durante la privatización de los bienes del Estado. Entre ellos figuran evasión de impuestos sobre grandes sumas, robo de la propiedad ajena, fraude, falsificación de documentos y organización de un grupo delictivo. El expediente, por el que Jodorkovski puede ser condenado a 10 años de cárcel, consta de 227 tomos.
Cualquiera que sea el grado de veracidad de las acusaciones formuladas en 800 páginas, el proceso tiene carácter político, ya que supone una acción selectiva contra el personaje que suponía el mayor desafío para el régimen del presidente Vladímir Putin. A diferencia de otros oligarcas que, al igual que él, se habían enriquecido en las truculentas privatizaciones de la época de Borís Yeltsin, Jodorkovski consideraba que había llegado la hora de cambiar las reglas de juego en Rusia y hacerlas transparentes. El empresario financiaba una amplia red de actividades sociales, culturales y políticas, y como otros petroleros, practicaba una activa presión parlamentaria.
Marina Jodorkóvskaya, la madre del magnate, dijo que su hijo es "lo bastante razonable para saber a lo que se expone" y se prepara para lo peor. Añadió que Jodorkovski nunca se irá de Rusia, porque ama a su país.
Paralelamente, la Administración rusa ha emprendido diversas acciones contra Yukos, la compañía que el magnate encarcelado convirtió en la primera petrolera del Estado por su eficacia y rentabilidad. Esta semana, un tribunal de Moscú dictaminó que Yukos tiene que pagar 3.400 millones de dólares al fisco en concepto de impuestos de 2000. Yuri Beilin, el vicepresidente de Yukos, manifestó que el ministerio de recaudación de impuestos puede reclamar una suma semejante para 2001. La empresa, según dijo, puede quebrar antes de fin de año si continúan las acciones contra ella. Los recursos disponibles no permiten pagar esa suma, tanto más cuando la compañía, por orden judicial, tiene prohibido vender sus activos. Yukos recurrió contra la sentencia judicial, pero ésta hizo caer las acciones de la petrolera en un 11,58%. Analistas independientes opinan que la persecución contra Yukos tiene por objeto ponerla al alcance de algún oligarca ortodoxo próximo al Kremlin.
Mientras Jodorkovski reflexiona en la prisión, Román Abramóvich, el gobernador de Chukotka y otro de los personajes que medraron al calor de las privatizaciones, escuchaba en el Kremlin el discurso de Putin sobre el estado de la nación. La última gran compra de Abramóvich, dueño del club de fútbol Chelsea, ha sido un Boeing.
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