El Ejecutivo duplicará la altura de la valla que separa Ceuta y Marruecos

La primera decisión que el Gobierno ha tomado en Ceuta ha sido duplicar la altura de la verja fronteriza que la separa de Marruecos, una inversión de 1,5 millones, que se sumarán a los más de 60 millones que el Ejecutivo ha gastado en los 8,2 kilómetros de frontera en la última década. Así lo dijo ayer el nuevo delegado, Jerónimo Nieto, que explicó que el objetivo fundamental es impedir la entrada de inmigrantes, "mucho más frecuente en los meses de verano", pero también evitar el lanzamiento de objetos y de mercancías a través de la doble valla, que en la actualidad tiene 3,10 metros, y que es lo que origina la mayoría de los incidentes entre la Guardia Civil y los porteadores marroquíes que comercian entre ambas fronteras.

Nieto subrayó que las obras en el perímetro consistirán en la colocación de una malla irrompible de dos metros de altura, lo que evitará además que los inmigrantes intenten saltar la verja, algo que hasta ahora hacían incluso con escaleras, así como la instalación de nuevas cámaras tanto en el perímetro terrestre como en los dos tramos de costa que Ceuta comparte con Marruecos, las playas de Tarajal y Benzú.

La Delegación del Gobierno considera que la mayoría de los inmigrantes que logran entrar en la ciudad lo hace a través del mar, "de ahí que la inversión en cámaras sea muy importante", subrayó. Estas actuaciones completan las que hizo el Ejecutivo de Aznar entre marzo y abril, cuando Interior alargó los espigones fronterizos en ambas playas. Los trabajos durarán unos seis meses.