París y Bruselas pactan un acuerdo para salvar el futuro de Alstom

Bruselas y París llegaron ayer, por fín, a un acuerdo sobre el futuro de Alstom que pasa por el establecimiento de alianzas de partes significativas del gigante industrial francés con uno o más socios industriales, no participados por el Estado francés y probablemente extranjeros, en un plazo máximo de cuatro años. El Gobierno galo ultimaba anoche los detalles del documento de su estrategia en Alstom que deberá elevar al comisario Mario Monti. El aval del comisario de la Competencia es necesario para el visto bueno de la Comisión al plan de París para salvar al grupo y a sus 20.000 trabajadores en Francia.

Monti y el ministro francés de Economía, Nicolas Sarkozy, volvieron ayer a hablar por teléfono después del ultimátum emitido por el comisario el día anterior. Esta vez, Francia se plegó a las exigencias de la Comisión. "El Estado se compromete a que la empresa Alstom concluya una o varias asociaciones industriales en un plazo de cuatro años", señaló el texto pactado por ambas partes y anunciado en Bruselas. "Estas asociaciones afectarán a partes significativas de la actividad de Alstom. Salvo acuerdo previo de la Comisión, estas asociaciones no implicarán a empresas controladas por el Estado francés, de jure o de facto, individualmente o conjuntamente".

El portavoz de Monti no quiso entrar en los detalles del significado de la declaración. Fue el ministro francés de Industria, Patrick Devedjian, quien puso cifras: la Comisión pretende que Alstom venda unidades por valor de 1.500 millones de euros, la décima parte de su facturación en 2003.