Punto de inflexión en la estrategia industrial

Últimamente estamos asistiendo a diversos comentarios sobre la situación de "crisis empresarial" de los sectores tradicionales de la Comunidad Valenciana (textil, juguete, mueble, azulejo, etc.). ¿Cuál puede ser la razón de esta "crisis"?

Si tuviéramos que buscar una causa común del fracaso empresarial, nos daríamos cuenta que la razón principal que lleva a muchas empresas a entrar en una abierta situación de crisis es su incapacidad para responder, de forma eficaz y rápida, a los cambios que se estaban produciendo en sus respectivos entornos.

El inicio del siglo XXI está convirtiéndose en un importante "punto de inflexión estratégica" entendiéndose por ello que atravesamos una época caracterizada por importantes y notorios cambios de los que se deriva una nueva situación en el mercado, un nuevo modelo de hacer negocios, un nuevo paradigma.

"Sólo las empresas proactivas superarán la crisis garantizando su viabilidad futura"

Los puntos de inflexión estratégica llegan de forma pausada, tranquila, casi sin darnos cuenta; pero, cuando los tenemos encima; muchas veces es demasiado tarde. En ese momento, o salimos victoriosos o perecemos, no hay término medio.

¿Como afronta la industria tradicional valenciana estos cambios en su entorno?

Un estudio reciente realizado por los profesores Ismael Fernández, Haydée Calderón y José Plá concluye que "durante los últimos años se está produciendo una importante pérdida de posiciones por parte de la Comunidad Valenciana en la lista de regiones con mayor dinamismo exterior".

Las empresas valencianas no están dedicando recursos suficientes a la actividad de I+D, emplean un exceso de mano de obra poco cualificada y no poseen las herramientas ni los mecanismos necesarios para incrementar las exportaciones. El conjunto de estos elementos sumados a la falta de planificación y estrategia es lo que conduce a los sectores industriales tradicionales de la Comunidad a la crisis estructural que atraviesan hoy en día.

La solución reside en prever los cambios del entorno y reaccionar rápidamente ante ellos; solo las empresas que sean proactivas superarán la crisis garantizando su viabilidad futura.

Bien, si esto es así, entonces ¿qué podemos hacer?

Debemos someter a nuestras empresas a un minucioso y continuo proceso de observación y análisis con el fin de determinar:

-¿Cuál es, en cada momento, su verdadera situación?

-¿Cuáles son las tendencias de esa situación?

-¿Cuál sería el destino a corto y medio plazo de la empresa si la situación se prolonga?

Las empresas valencianas deben someterse a un proceso de "reflexión estratégica" que consiste en un conjunto de análisis, decisiones y acciones que las organizaciones deben llevar a cabo para crear y mantener ventajas competitivas sostenibles a lo largo del tiempo.

¿Cómo pueden abordar las empresas valencianas este proceso?

Para realizar este proceso es necesario cubrir tres etapas fundamentales: el análisis, la formulación y la implantación estratégica.

En primer lugar debe realizarse un "análisis estratégico" con el fin de de formular e implantar eficazmente las estrategias. Para ello es necesario realizar un completo análisis externo e interno. En el análisis interno las empresas deberán analizar los propósitos y objetivos organizativos mientras que en el análisis externo se trata de vigilar y examinar el entorno y los competidores, dicha información es crítica para determinar las oportunidades y amenazas en el entorno.

En segundo lugar abordaríamos la fase de "formulación estratégica" donde las empresas deberán formular su estrategia en varios niveles: en el primer nivel de definición de la "estrategia competitiva" (a nivel de unidad de negocio), las empresas de éxito se esfuerzan por desarrollar bases para lograr una "ventaja competitiva", ventaja que pueda consistir en un "liderazgo en costes" y/o en la "diferenciación", sea especializándose en un reducido segmento de mercado o abarcando un sector de actividad concreto con un alcance amplio.

En el segundo nivel de definición de la "estrategia corporativa" las empresas deben centrarse en los negocios que quieren abordar y en el modo de gestionar la cartera de negocios para crear sinergias entre los mismos.

Por último en el nivel de definición de la "estrategia operativa" se analizará el desempeño que cumplen las funciones que componen la empresa (marketing, producción, recursos humanos, investigación y desarrollo, etc.) con relación a las ejecutadas por la competencia.

Por último la fase de "implantación estratégica" requiere asegurar que la empresa posee adecuados controles estratégicos y diseños organizativos. Es de particular relevancia garantizar que la empresa haya establecido medios eficaces para coordinar e integrar actividades, dentro de la propia empresa así como con sus proveedores, clientes y socios aliados.

Insistimos en el hecho de que cuanto más rápidos e importantes son los cambios del entorno, mayores peligros existen para las empresas. Que no se nos haga demasiado tarde a la hora de iniciar el proceso de reflexión estratégica y podamos convertir dichos peligros en oportunidades de mejora del negocio. En definitiva, consigamos entre todos (empresarios, especialistas financieros, administración pública, etc.) que la industria valenciana salga victoriosa de este punto de inflexión estratégica que atraviesa.

La autora sostiene que las empresas

valencianas invierten poco en I+D y no

saben cómo aumentar sus exportaciones

Susana Pelegrí es economista y trabaja en Altair Consultores.