Familiares de la asesinada en Alzira denuncian que no han recibido ayudas

Los familiares de Jenny Lara, la dominicana que murió en Alzira junto a sus dos hijos en el incendio provocado presuntamente por su antiguo compañero, denunciaron ayer que las autoridades españolas no les están prestando ninguna ayuda económica y que sólo sobreviven gracias a la "caridad" de sus amistades. Sus hermanos Fran y Rosario, que llegaron hace dos semanas junto a un hijo de Jenny procedentes de la República Dominicana para hacerse cargo de los restos, cumplen hoy dos semanas de su estancia en Alzira. Renunciaron a permanecer en un hotel y prefirieron la hospitalidad de Janette, la principal amiga de su hermana.

Ayer iniciaron los trámites en la Delegación de Gobierno de la prórroga de su visado, que sólo les permite residir durante un mes, para resolver la herencia de Jenny y sobre todo para conseguir la custodia de Pablo, el hijo mayor que permanecía con su padre. Fran advirtió que "no es fácil conseguir la tutela" mientras no exista una resolución judicial condenatoria del supuesto autor del crimen. "Tienen un corazón muy lindo los vecinos de Alzira", aseguró Rosario, pero en relación con las autoridades lamentó: "No nos están ayudando nada económicamente, sólo los amigos a nivel particular".

Hasta la fecha no les ha llegado ni un solo céntimo de la cuenta abierta inicialmente por el Ayuntamiento de Alzira con 600 euros. La alcaldesa, Elena Bastidas, les dijo que esos fondos son para "repatriar las cenizas de los tres cadáveres".