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LA POSGUERRA DE IRAK | Las armas de destrucción masiva

Powell asegura que la CIA recibió datos falsos sobre las armas biológicas de Sadam

Las tropas de Estados Unidos encuentran en Irak un proyectil con una carga de gas sarín

Después de un año de búsqueda infructuosa de armas de destrucción masiva, el general Mark Kimmitt, portavoz de la Coalición, desveló ayer en Bagdad que se ha encontrado gas sarín en un proyectil de artillería. Dos soldados del equipo de desactivación de explosivos resultaron afectados por el gas cuando manipulaban el proyectil, que, según las sospechas del Ejército, pertenece a los arsenales de Sadam Husein. Precisamente un día antes, el secretario de Estado, Colin Powell, había dicho que la CIA recibió datos falsos, que él defendió en la ONU, sobre los laboratorios móviles de armas biológicas.

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Lo más preocupante para EE UU es el hecho de que se haya empleado el gas por primera vez en una de las bombas que se utilizan para atacar a los convoyes de soldados y la posibilidad de que los insurgentes manejen reservas importantes de armas químicas. Según Kimmitt, que dijo que no estaba seguro de que los que habían colocado el artefacto supieran que tenía sarín, la cantidad de gas es pequeña y estaba "en un proyectil de artillería de 155 milímetros. El proyectil había sido manipulado para convertirlo en un artefacto explosivo y fue descubierto hace tres días por un convoy del Ejército". El proyectil estaba en una bolsa -fuentes militares en Washington señalaron que el hallazgo fue el sábado, cerca del aeropuerto de Bagdad- y "hubo una detonación antes de que se hubiera podido desactivar el mecanismo". Dos miembros del equipo de desactivación "fueron tratados por exposición a la sustancia", añadió Kimmitt: "La zona afectada es muy limitada y no necesita más descontaminación. Los miembros del equipo de desactivación tenían rastros menores de exposición al gas y los médicos les dieron el alta".

El general afirmó que el tipo de proyectil binario diseñado para mezclar dos componentes que forman el sarín en la trayectoria posterior al disparo pertenece a un armamento que el régimen de Sadam Husein utilizó en la guerra contra Irán y que aseguró haber destruido antes de la guerra de 1991. "Es un arma que creemos que pertenece a los arsenales del antiguo régimen; está pensada para funcionar como un proyectil normal de artillería que se manipula para que actúe como un IED

[Artefacto Explosivo Improvisado, denominación del Ejército de EE UU de las bombas que explosionan en las cunetas de las carreteras al paso de vehículos]".

Fuentes cercanas al Pentágono aseguraron ayer que hace 10 días los soldados estadounidenses descubrieron otro proyectil en el que había gas mostaza. Los expertos del Grupo de Investigación -que busca las armas de destrucción masiva- están tratando de determinar el origen de los dos proyectiles. El doble hallazgo, que puede dar la razón a las sospechas sobre la existencia de antiguos arsenales de armas químicas en Irak no encontrados ni por los inspectores de la ONU ni por los equipos de EE UU en los últimos 13 meses, es preocupante para las fuerzas de la Coalición. Aunque haya dudas sobre si los grupos armados han utilizado conscientemente el proyectil con carga química -si es así, habrían dado un paso cualitativamente diferente- se ignora la cantidad de material similar que puede haber aún en Irak.

El sarín es "uno de los agentes de guerra química más peligrosos del mundo", según el Consejo de Asuntos Exteriores. El gas puede ser inhalado o absorbido a través de la piel; ataca al sistema nervioso y ahoga a los afectados paralizando los músculos que rodean los pulmones. Una cantidad pequeña de sarín -cien miligramos- es suficiente para matar a una persona. El gas fue utilizado en 1995 en un ataque de una secta japonesa en el metro de Tokio; hubo 12 muertos y 5.000 tratados en hospitales. El mismo grupo, Aum Shinrikyo, lo utilizó un año antes en Matsumoto y mató a siete personas.

El día anterior, el secretario de Estado, Colin Powell, declaró que la CIA recibió datos falsos, que él presentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU, sobre los supuestos laboratorios móviles de armas biológicas. "Resultó que las fuentes eran imprecisas, erróneas y, en algunos casos, deliberadamente engañosas", dijo Powell en la NBC. El secretario de Estado presentó en la ONU el 5 de febrero de 2003 lo que se creía que Sadam tenía en sus arsenales no convencionales, y los supuestos laboratorios fueron una parte importante de los argumentos, con datos suministrados por un ingeniero ligado al Congreso Nacional Iraquí, el grupo en el exilio que desarrolló estrechas relaciones con la Casa Blanca y el Pentágono y que fue decisivo en el impulso hacia la guerra. "Por eso estoy decepcionado y lo lamento", dijo Powell, en la autocrítica hasta ahora más explícita de un miembro del Gobierno sobre el uso de las armas de destrucción masiva como elemento de justificación de la guerra. Según The New York

Times, un asesor dice que "Powell cree ahora que lo que tenían los iraquíes eran armas químicas".

Colin Powell, en el momento de ser investido doctor <i>honoris causa</i> por la Universidad de Wake Forest.
Colin Powell, en el momento de ser investido doctor honoris causa por la Universidad de Wake Forest.AP

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